El Uruguay, dada su ubicación geográfica, presenta excelentes condiciones naturales en materia de suelos y un clima templado que lo hace extremadamente apto para la producción de leche. Más del 80% de su territorio posee aptitud agropecuaria.
Debido a ello el país ha podido criar razas ganaderas muy adecuadas para esta actividad. Su principal plantel es de raza Holstein, con vacas de muy buena productividad.
El crecimiento de la lechería nacional y la consolidación del país como un exportador de productos lácteos ha generado una mayor conciencia en cuanto a garantizar la aptitud industrial del producto. El resultado ha sido un exitoso plan de trabajo para abordar la calidad de la leche tanto en el proceso de producción como en el producto final.
Una producción creciente.
La producción de leche en el Uruguay ha venido creciendo constantemente en los últimos 25 añ;os, a una tasa promedio anual del 5%, cifra que se elevó a un promedio del 6% en la década de los ´90. El Uruguay es el mayor productor de leche per cápita de América Latina, con 412 litros por habitante. Tiene un altísimo consumo, que también lo ubica en primer lugar (228 lts/hab.). El aumento de la producción se asocia a un incremento constante de la productividad debido a la aplicación de tecnología en forma permanente, tanto en la producción primaria como por parte de las industrias.
En el último decenio la actividad lechera ha ocupado 1 millón de hectáreas aproximadamente de la superficie agropecuaria, un 6% de la superficie total, y producido aproximadamente 1500 millones de litros por añ;o. El principal mercado de consumo está en Montevideo, la capital del país, por su densidad de población y su alto standard de vida.
Para su abastecimiento se ha ido desarrollando en las proximidades una importante cuenca lechera compuesta por los departamentos de Canelones, San José, Florida y también Montevideo, que concentran más del 60% de la leche producida en Uruguay. Flores, Durazno y Lavalleja proveen también aproximadamente un 8% del total. En torno a las ciudades de mayor población se han desarrollado cuencas lecheras locales, muchas de ellas con usinas pasteurizadoras.
Calidad por naturaleza.
El área agrícola permite contar con pasturas mejoradas que hoy alcanzan el 60% del área lechera. Gracias a las condiciones naturales y a la eficiencia productiva el precio de la leche en Uruguay está entre los más bajos del mundo en forma genuina, esto es, sin ningún tipo de subsidio a la exportación. Desde los comienzos de los ´90 se inició un muy fuerte proceso a través de un Sistema Nacional de Calidad de la Leche y hoy día se ha logrado que el 90% de la misma tenga un nivel de calidad A.
Para lograrlo se han fomentado actividades específicas en aspectos relacionados al mejoramiento genético del ganado lechero nacional, su alimentación y la incidencia de la misma sobre la calidad de la leche. También se ha implementado un Laboratorio de Calidad de Leche con los objetivos de apoyar la investigación y experimentación en cuanto al contenido de componentes específicos (NNP en leche, caseínas en leche, perfiles de ácidos grasos, etc.), presencia de sustancias contaminantes, entre otros.
Proyección internacional.
Desde principios de la década del ´60 nuestro país se autoabastece y se ha transformado en un fuerte exportador, al extremo de que el 60% de la leche que reciben las industrias se envía al mercado internacional, llegando a unos 70 mercados en todos los continentes del mundo. La canasta exportadora está compuesta fundamentalmente por leche en polvo de diversos tipos, leche UHT, mantequilla, quesos, quesos en polvo, preparaciones alimenticias de diverso tipo, suero en polvo y otros derivados del suero, caseína y caseinatos, crema y dulce de leche.
La industria láctea, como consecuencia de su fuerte perfil exportador, ha logrado niveles de calidad internacionalmente aceptados y gracias a ello se consiguió esa presencia en los mercados del mundo.
