El uso de aditivos para optimizar la función ruminal en vacuno lechero

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Actualmente, los retos de la producción animal son complicados de alcanzar dado que las necesidades alimentarias son mayores, año tras año, al aumentar la población mundial. A su vez, esta exigente situación nos pide también una utilización eficiente y sostenible de los recursos.

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Estos dos aspectos nos llevan todavía más a buscar la eficiencia alimenticia en nuestras explotaciones ganaderas, teniendo como principal objetivo el ‘producir más con menos’ para reducir así, además, las excreciones de nutrientes al medio y mejorar la huella ecológica que significa la producción ganadera.

En la producción lechera, la eficiencia alimenticia se define como la leche producida por unidad de materia seca consumida y, actualmente, dados los bajos precios de la leche y los altos costos de alimentación en las raciones de las vacas lecheras que a menudo pueden representar más del 50% de los costos de producción, ésta cobra mucha más importancia.

De este modo, los factores que afectan la eficiencia alimenticia en el vacuno lechero son: días en leche, edad, crecimiento, cambios de la condición corporal, peso corporal, calidad del forraje, aditivos incluidos en los piensos y factores ambientales. Y, de entre ellos, los aditivos se definen como aquellos ingredientes no-nutricionales incluidos en el pienso que pueden aumentar la eficiencia cuando su suplementación aumenta la producción de leche en relación con el consumo de materia seca o disminuye el consumo de materia seca con respecto a la producción de leche.

La evaluación de la utilización de aditivos en vacuno lechero se hará sobre los siguientes factores: respuesta esperada, rendimiento económico, investigación disponible, y los resultados en campo, que se traducirán en:

  • Una mayor producción de leche (en pico de lactación y/o persistencia curva de lactación)
  • Un aumento de los componentes de la leche (proteínas y / o grasas)
  • Un mayor consumo de materia seca
  • La estimulación de la síntesis microbiana ruminal de proteínas y / o ácidos grasos volátiles (AGV)
  • Una mayor digestibilidad de los nutrientes en el tracto digestivo
  • Una mayor estabilidad en el ambiente ruminal y en pH
  • Una reducción de los efectos del estrés de calor
  • Una mejora de la salud (menos cetosis, menor acidosis o mejor respuesta inmune)

Pero, además, deberemos tener en cuenta tres aspectos para dar validez a esos resultados :

  • La fiabilidad, que se cierne a la base de datos de la investigación que se ha publicado sobre ese aditivo, que establece la capacidad de predecir que el producto pueda tener una respuesta positiva en una amplia gama de raciones, que genera una curva normal de la respuesta del aditivo en varios estudios y que reduce al mínimo el riesgo de no obtener un beneficio positivo para los costos de la ración.
  • La repetibilidad que viene representada por los resultados de los datos estadísticos obtenidos (media y desviación estándar). Así, se debe asumir ésta a la hora de seleccionar cada aditivo y concluir que se asume la probabilidad que dé una respuesta rentable.
  • La relatividad que se refiere a otros productos, cambios en la gestión o prácticas de manejo a adaptar y que serían sustitutivos al uso de ese aditivo.

Como ya es sabido, los aditivos se clasifican, según Reglamento (EC) 1831/2003 en: tecnológicos, sensoriales, nutricionales y zootécnicos. Aunque, sobre la base de la eficacia alimenticia, se podría realizar una clasificación de los aditivos específicos utilizados en la actualidad en vacuno lechero, y que sería como sigue:

1.Preventivos de deficiencias:

  • Aminoácidos específicos –Met.,Lys.- y Oligoelementos.
  • Componentes nitrogenados (urea y urea recubierta).
  • Glicerol y Propilenglicol (ingredientes alimentarios).

2.Modificadores de la composición de la leche: CLA (Ácido Linoleico conjugado).

3.Estimuladores metabólicos :

  • Vitaminas, β-Carotenos, Biotina, Colina,Betaina,…
  • Sales aniónicas (ingredientes alimentarios).

4.Estabilizadores/Estimuladores de la función ruminal

  • Saccharomyces cerevisiae, Aspergillus oryzae.
  • Extractos de plantas : extractos y aceites esenciales, taninos.
  • Yucca schidigera (ingrediente alimentario).

Teniendo en cuenta lo comentado sobre el objetivo fijado de reducir las emisiones contaminantes, cobra especial importancia el estudio de medidas que consigan controlar las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2 , vapor de agua, metano y N2O) por parte del ganado vacuno.

En este sentido, en los últimos años han aumentado el número de artículos científicos que abordan el uso de alternativas eficaces en la nutrición de rumiantes con la incorporación de estabilizadores/estimuladores de la función ruminal para optimizarla y conseguir reducir al máximo el impacto ecológico de dichas emisiones. ( Cieslak et al., 2013 )

La optimización de la fermentación ruminal debe centrarse en la formulación correcta de raciones y en un manejo adecuado de los programas de alimentación. Sin embargo, cuando estas estrategias ya están implementadas, es posible obtener beneficios adicionales mediante el uso de aditivos que modulen la fermentación ruminal contribuyendo a:

  • Aumentar la degradación de la fibra y el almidón, y la producción de AGV.
  • Estimular la producción de propionato.
  • Inhibir la producción de metano
  • Controlar la concentración de lactato y el pH ruminal.

Teniendo en cuenta este planteamiento, y como ya habíamos establecido en la clasificación de los aditivos específicos en vacuno lechero, los aditivos que despiertan más interés actualmente son :

1. Aditivos microbianos , ‘Probióticos’

La adición de aditivos microbianos en la alimentación de vacas lecheras en forma directa se ha incrementado de una manera considerable en los últimos años.

Saccharomyces cerevisiae como aditivo en la nutrición animal ha sido investigada ampliamente, pero los resultados obtenidos son variables y poco repetibles, posiblemente debido a la gran diversidad de dietas ofrecidas a los animales en estudio y a la diferente cantidad suministrada a los animales. Según estos, SC incrementa el consumo de alimento y la producción lechera, y mejora el índice de conversión como respuesta al incremento de la cantidad y actividad de las bacterias anaeróbicas totales y celulolíticas que modifican la concentración de ácidos grasos volátiles, pH ruminal y nitrógeno amoniacal.

Aspergillus oryzae estimula también la producción de N amoniacal pero, además, incrementa la degradabilidad de la proteína, lo que sugiere que AO estimula la proteolisis debido a: el aporte de nutrientes específicos para este tipo de bacterias, a la presencia de enzimas proteolíticos en el extracto, o a la mejora del acceso a las proteínas una vez las paredes celulares se han digerido.

A. oryzae también parece ser que estimula el crecimiento de las bacterias utilizadoras de ácido láctico como Selenomonas ruminantium y Megasphaera elsdenii. por su aporte de ácido málico. El incremento en el consumo de ácido láctico reduce su concentración e incrementa el pH ruminal, lo que podría explicar, al menos parcialmente, el aumento en el número de bacterias celulolíticas.

En definitiva, los aditivos microbianos engloban a los microorganismos viables, los extractos de su cultivo, preparaciones enzimáticas o varias combinaciones de los anteriores, y todos ellos contribuyen a una mayor degradabilidad de la fibra y almidón con la, consecuentemente, mejora de la digestibilidad de los nutrientes de la ración.

2.Extractos de plantas.

El empleo de extractos vegetales con este fin es una de las alternativas que actualmente tiene una mejor acogida tanto por la comunidad científica internacional como por el consumidor final.

Los extractos de plantas son metabolitos secundarios que tienen la capacidad de modificar la actividad microbiana .Entre estos metabolitos secundarios se incluyen, entre otros, saponinas, taninos y aceites esenciales (principalmente terpenoides y fenilpropanoides). Sobre estos últimos, podemos consultar una completísima revisión publicada por American Dairy Science Association: Essential Oils as Modifiers of Rumen Microbial Fermentation, S.Calsamiglia 2007.

Los efectos de los aceites esenciales de los extractos de plantas han centrado el interés como posibles aditivos para la modulación de la fermentación ruminal. Los aceites esenciales son moléculas lipofílicas que tiene actividad antimicrobiana frente a bacterias gram-positivas y gram-negativas debido a su capacidad de interactuar con las membranas citoplasmáticas bacterianas, provocando su inestabilidad y muerte celular. Sin embargo, la utilización de extractos de plantas está sujeta a variaciones en el contenido de principios activos debido a la variedad de planta cultivada, las condiciones de cultivo y los métodos de procesado, entre otras.

Los resultados de diversas investigaciones científicas han ido perfilando que los más eficaces son el extracto de ajo, el cinemaldehido (componente activo de la canela), timol (componente activo del aceite de timo y orégano), eugenol (componente activo del clavo), capsaicina (componente activo del pimiento) y el aceite de anís , que actúan mejorando la eficacia de utilización ruminal de la energía y la proteína. Pero , además, las más recientes investigaciones nos están mostrando que los extractos de plantas y los aceites esenciales que actuan como optimizadores de la función ruminal , se perfilan como ingredientes alimentarios básicos de los aditivos antimetanogénicos.

Fuente: http://agrinews.es/2014/01/08/uso-aditivos-para-optimizar-funcion-ruminal-vacuno-lechero/