Agricultura alternativa. El camino desde los aspéctos técnicos

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La agricultura a lo largo de la historia siempre modificó el medio, configurándolo en función del objetivo principal de la producción de alimentos.

Durante muchos siglos las diferentes sociedades han realizado cambios en los ecosistemas con ese único fin. Pero en algún momento cambió el objetivo de algunos los agricultores y del entramado que gira en torno al mismo, pasando a buscar otros objetivos, entre ellos un nivel de ingresos que le permitan cierta calidad de vida similar a la de otros estratos sociales, la producción de alimentos dejo de ser el fin.

El sistema capitalista no produce tomando en consideración la capacidad de los ecosistemas de reproducir las materias primas que le extrae, pero tampoco produce considerando la satisfacción de las necesidades humanas. Produce guiado, exclusivamente, por la ganancia. La historia de las tecnologías usadas en el agro a lo largo de la historia está íntimamente ligada a las formaciones sociales que las implementaron, las tecnologías no son neutras, y su uso está condicionado por la base material, el mercado y la política (en sentido amplio). Siendo difícil separa estos niveles, aquí trataremos de centrarnos en los aspectos más %u201Ctécnicos%u201D, remarcando que hablar de agricultura alternativa no es solo, ni principalmente un problema técnico. En el fondo la agricultura alternativa requiere de una sociedad global alternativa. Nuevos agroecosistemas sostenibles no pueden ponerse en práctica a gran escala sin enfrentar las determinantes socioeconómicas que determinan lo que se produce, como y quienes lo hacen.

Un poco de historia%u2026

Hace alrededor de 10 mil años nuestros antepasados, comenzaron a domesticar animales y a cultivar. Eran los inicios de la agricultura. De esa época se han encontrado herramientas de piedra para su uso en agricultura. Con el tiempo se amplió el número de especies cultivadas, se seleccionaron variedades adaptadas a las condiciones locales y a los usos y costumbres de cada zona, se mejoraron las técnicas de cultivo y se desarrollaron nuevas herramientas y productos. Fue una evolución, basada en la experiencia y en los errores, en la que las características ecológicas y culturales de cada lugar eran fundamentales y había una estrecha relación entre las ciudades y el campo. En ese período muchas de las prácticas agrícolas vistas desde la mira actual serían cuestionables. ¿Eran prácticas sustentables?. Las tecnologías pueden pasar de ser apropiadas a inapropiadas cuando cambian su ritmo y/o alcance. La tala y quema de la selva realizada por comunidades indígenas ¿es sustentable?.

Alrededor de los años 2500 ac. se introduce el uso de los metales y mejora de las herramientas. Uso de animales para las labranzas, mejoran los métodos de almacenamiento de granos y aceite. Se usan estiércoles animales como fertilizantes y se desarrollan distintas técnicas de irrigación a gran escala.

Pre-Capitalismo, comercio mundial, mano de obra y tenencia de la tierra. La navegación y el comercio mundial, así como la colonización europea de América incrementaron el número de especies vegetales y animales utilizadas. Si bien en épocas anteriores la introducción de especies exóticas ya estaba presente es en ésta época donde comienza a ser un proceso exponencial. El comercio de esclavos también presente en épocas pasadas, le dio una escala nunca antes vista y reforzó la agricultura colonial. El nuevo patrón de desarrollo capitalista cambia la tenencia de la tierra, generando un proceso de parcelación que condujo a que se anualizaran las praderas utilizadas para el ganado y aumentan las rotaciones de cultivos.

Capitalismo e industrialización del agro. La mecanización. En 1797, Charles Newbold, un herrero de Nueva Jersey, introdujo el arado de reja de hierro fundido. John Deere, otro herrero estadounidense, mejoró aún más el arado en la década de 1830 y lo fabricó en acero. Otros inventos incluyen la sembradora del agrónomo inglés Jethro Tull, desarrollada a comienzos del siglo XVIII y progresivamente mejorada durante más de un siglo; la segadora del norteamericano Cyrus Mc Cormick, creada en 1831; y multitud de trilladoras, cultivadoras, cortadoras de grano y hierba, rastrilladoras y desgranadoras de maíz. A finales del siglo XIX, se empleaba a menudo el vapor para reemplazar la energía animal en el arrastre de arados y en el accionamiento de máquinas. Los avances científicos de 1800 y 1900 van originando nuevos métodos de producir alimentos. Los conocimientos de genética (semillas, plantas, selección, etc), los conocimientos de química agrícola, el control y caracterización de enfermedades y plagas, la mecanización agrícola, hicieron que los rendimientos aumentaran. Estos aumentos se lograban a partir de más energía aplicada al proceso productivo y se va tendiendo a la especialización y al monocultivo. Los agroquímicos. En 1840, Justus von Liebig, químico alemán, es uno de los pioneros en la introducción de la química en el agro. Se descubren los nutrientes fundamentales (macroelementos , N,P,K etc. ) y se formula la ley del mínimo, que indica que si falta algún elemento, este limita el crecimiento del vegetal y por ende el rendimiento. Los abonos de síntesis llevaron al abandono de la fertilización orgánica para centrarse en el aporte de unos pocos elementos minerales. Poco antes de la 1ra guerra mundial se logra sintetizar amoníaco a partir del nitrógeno del aire para usos bélicos. Terminada la guerra el N queda disponible para la agricultura. En 1938 con el DDT se inicia la creación de fitosanitarios de síntesis, seguida después con la amplia gama de insecticidas, herbicidas, fungicidas y demás biocidas.

Revolución Verde. El término ‘Revolución Verde’ fue acuñado en 1968 por William Gaud, director de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Iniciada alrededor de 1940, se llevó por delante una gran variedad de modelos de producción agraria adaptados a cada zona para generalizar un modelo dominante en todo el mundo. Ésta consistió en utilizar variedades mejoradas de maíz, trigo y otros granos, cultivando una sola especie en un terreno (monocultivo), y la aplicación de grandes cantidades de agua, fertilizantes y plaguicidas. %u201CTreinta y un años atrás, durante mi discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz, dije que la Revolución Verde había obtenido un éxito temporal en la guerra del hombre contra el hambre y que, de ser completamente implementada, podría proveer alimento suficiente para la humanidad hasta fines del siglo XX. Pero advertía que, a menos que se frenase el atemorizante poder de la reproducción humana, el éxito del la Revolución Verde sería efímero. Hoy pienso que el mundo tiene la tecnología –ya sea disponible o en estado de investigación avanzado– para alimentar a una población de 10 mil millones de personas. La pregunta más pertinente en la actualidad es si se permitirá el acceso a los agricultores y ganaderos del mundo a las nuevas tecnologías necesarias para enfrentar los desafíos agrícolas, alimentarios y nutricionales que tenemos por delante%u201D. (Norman E.Borlaug, uno de los impulsores de la Revolución Verde) Esta forma de producción aumentó la producción de alimentos, al menos en el corto plazo, pero generó y continua generando una gran cantidad de problemas sociales y ambientales. Entre ellos salinización y contaminación de tierras y recursos hídricos, erosión de suelos, pérdida de diversidad (ecosistemas, especies y genética), invasión de especies exóticas, todos los problemas derivados del uso de energía (petróleo), dependencia de los sistemas de transporte y mercados y varios etcéteras.

Junto a la revolución verde y continuándola, la %u201Cagricultura industrial moderna%u201D vinieron la biotecnología, las hormonas, los transgénicos, (la nanotecnología) impulsados por las empresas transnacionales, las corporaciones, y otros varios etcéteras. La agricultura industrial moderna desde el punto de vista tecnológico es dependiente del petróleo y se apoya en la maquinaria agrícola moderna y el transporte y cadenas de frio, los agroquímicos, la biotecnología (control de semillas y mejora animal) y los sistemas de riego. Los grandes cambios que se han dado en los últimos 50 años no han tenido en cuenta hasta donde podrían llegar sus repercusiones socio-ecológicas.

Las causas de los problemas de la agricultura convencional no hay que buscarlas solo en las técnicas utilizadas, sino y fundamentalmente en los aspectos sociales involucrados. Por lo tanto las alternativas no pueden ser encaradas únicamente desde el aspecto de encontrar soluciones técnicas, el problema de fondo requiere trascender los aspectos técnicos y abordar las causas sociales. Podemos ver permanentemente la reedición del proceso de ruptura del metabolismo de la sociedad humana con la naturaleza externa. Expresión que empleó Marx para explicar cómo la economía capitalista nacía provocando una abrupta división entre la ciudad y el campo. Concentraba en las ciudades no sólo a la población, también a las materias primas, maquinas, infraestructura y el consumo. Distanciaba el origen de la materia extraída de los ecosistemas de su destino final como desperdicio (Foster, 2000). Antes de Marx el químico alemán Justus von Liebig había demostrado que la agricultura mercantil era un %u201Csistema de expoliación%u201D porque no restituía los nutrientes (nitrato, fósforo, potasio) al suelo y rompía, así, el metabolismo natural. Pero fue Marx quien explicó la manera en que el funcionamiento del sistema capitalista profundizaba y reeditaba permanentemente la ruptura del metabolismo entre la sociedad y la naturaleza externa, y sus varias formas de manifestarse (Foladori, 2001). La agricultura convencional industrial moderna, es fruto del desarrollo capitalista, es la agricultura capitalista. Si el capitalismo se desarrolla fragilizando la naturaleza y la sociedad humana, entonces las alternativas deben pasar por trascenderlo.

AGRICULTURA ALTERNATIVA.

Existen muchos modelos de agricultura alternativa, estos provienen de la fusión y apropiación de ideas de varias escuelas o corrientes (biodinámica, orgánica, biológica, ecológica, natural, permacultura, etc.) que comparten críticas al modelo agrícola dominante y en menor medida al modelo de desarrollo capitalista o al que hacer y cómo lograrlo. Aunque el concepto de ‘alternativas’ puede ser polémico y difuso, es útil en la medida que en general todas las corrientes coinciden en que %u201Clo convencional%u201D es un problema, pero difieren en como interpretan la crisis socio-ambiental, en marcar las relaciones causales, responsabilidades sociales y cuales son los condicionamientos técnicos. Quizás las primeras propuestas se centraron más en los aspectos técnicos y a partir de los 70` toman más fuerza planteos que tratan de trascender el simple cambio técnico por modelos de desarrollo alternativos.

Agricultura biodinámica

Enfoca el trabajo en las granjas como organismos complejos, haciendo hincapié en el equilibrio de su desarrollo integral y la interrelación de suelos, plantas y animales como un sistema de autonutrición sin intervención externa en la medida de lo posible, teniendo en cuenta la pérdida de nutrientes debido a la exportación de alimentos. Fertilizantes artificiales, pesticidas y herbicidas químicos son estrictamente evitados. La agricultura biodinámica se diferencia de otros tipos de agricultura ecológica en el uso de preparados vegetales y minerales como aditivos de compost y aerosoles para terreno así como el uso de un calendario de siembra basado en un calendario astronómico. La biodinámica se basa en las teorías de Rudolf Steiner. El desarrollo de la agricultura biodinámica se inició en 1924 con una serie de conferencias sobre la agricultura brindadas por Steiner en lo que fue la Silesia, Alemania, (actualmente en Polonia). El curso se llevó a cabo en respuesta a una petición de los agricultores que se percataron de las condiciones de degradación del suelo y un deterioro de la salud y la calidad de los cultivos y el ganado por el uso de fertilizantes químicos
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Agricultura orgánica

Esta corriente se inició en Inglaterra, en la década de 1930, por los agrónomos Lady Eve Balfour y Albert Howard; Howard, determinó después de su llegada a la India, que las limitaciones locales no permiten adoptar el sistema productivo basado en las experiencias occidentales, por lo que concluyó que era esencial observar los procesos productivos de la naturaleza y aprender de ella las lecciones necesarias para favorecer la producción de alimentos. Su libro, Un Testamento Agrícola (1940), recopila sus observaciones estableciendo conceptos fundamentales para la agricultura orgánica, tales como la protección del suelo, el uso de coberturas permanentes, la producción de compost utilizando el sistema «Indore» (métodos pioneros de compostaje controlado), la idea de manejar mejor la salud de la planta en suelos saludables, la importancia de la investigación en fincas, y el uso racional de recursos locales entre otras. En 1943, Lady Eve Balfour publicó su libro The Living Soil, donde promueve la idea de que la salud del suelo y la salud del hombre son inseparables
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Agricultura natural

Propuesta por Masanobu Fukuoka (biólogo y monje Zen budista japonés), desde la década de 1950. Este tipo de agricultura no necesita maquinaria ni productos químicos, trabaja con muy poca deshierba y tampoco necesita labrar el suelo ni abonarlo. La filosofía de Fukuoka se basa en «practicar la agricultura cooperando con la naturaleza, en lugar de tratar de mejorarla, conquistándola». En su libro La Revolución de una brizna de paja y la senda natural del cultivo, cuenta cómo opera su técnica para generar condiciones favorables para los cultivos, luego de lo cual, se interfiere tan poco como sea posible sobre las comunidades animales y vegetales de sus campos. Por otro lado, Fukuoka unió su técnica agrícola con una filosofía cuya esencia expone el hecho de que sanar la tierra y purificar el espíritu humano son un mismo proceso. Propone para ello un tipo de vida y agricultura que permita este proceso. Quatros principios de la agricultura natural: no laboreo, no arar ni voltear el suelo; no utilizar abonos químicos, ni compost preparado; no desherbar mediante cultivo o herbicidas; y, no utilizar productos químicos. Con base en esta corriente, Jean Marie Roger en 1958 expuso a la comunidad agrícola su modelo de agricultura natural, que difiere del modelo de Fukuoka en que promulga más la biodiversidad que la no intervención. ‘El fin último de la agricultura natural no es el cultivo de las plantas sino el cultivo de la perfección de los seres humanos’ ‘Todos deberíamos ser conscientes de que la naturaleza es siempre completa, equilibrada y en perfecta armonía consigo misma…no importa cuanto investiguen la naturaleza, no importa cuan lejos vayan con la investigación, solamente llegan a darse cuenta al final cuan perfecta y misteriosa es realmente la naturaleza.'(Masanobu Fukuoka en La revolución de una brizana de paja).

Agricultura biológica

Nombre usado en Francia y Portugal desde los años 1960 para denominar el método difundido por los agrónomos Francis Chaboussou, Raul Lemaire y Claude Aubert. Se destaca por la importancia que se le da al control biológico, el manejo integrado de plagas y enfermedades y por la teoría de la trofobiosis presentada por Chaboussou. Esta sustenta que la vulnerabilidad de las plantas a las plagas es cuestión de equilibrio nutricional o de intoxicación por venenos. «Un cultivo bien nutrido es más resistente al ataque de plagas y enfermedades lo que favorecerá a hacer menos aplicaciones de plaguicidas y eso a su vez conservar mejor el ecosistema del suelo». Cuando se unen estos tres conceptos, se genera la idea de una agricultura sostenible puesto que no se puede concebir la nutrición como un componente aislado, sino como un manejo integrado de cultivo ya que los factores nutricionales y no nutricionales están interrelacionados e interactúan. La agricultura biológica asegura que en la medida que se manejen bien los factores no nutricionales se facilita la obtención de calidad, productividad, se disminuye la contaminación y se bajan costos.

Permacultura

Constituye un sistema proyectado sostenible que integra armónicamente la vivienda y el paisaje, ahorrando materiales y produciendo menos desechos, a la vez que se conservan los recursos naturales (Bill Mollison); es el diseño de hábitats humanos sostenibles y sistemas agriculturales, que imita las relaciones encontradas en los patrones de la naturaleza. La palabra permacultura (en inglés permaculture) es una contracción de agricultura permanente, como así también de cultura permanente. A mediados de la década de los años 1970 dos ecologistas de Australia, el doctor Bill Mollison y David Holmgren, comenzaron a desarrollar una serie de ideas que tenían la esperanza de poder utilizar para la creación de sistemas agrícolas estables. Lo hicieron como respuesta a lo que consideraban como el rápido crecimiento en el uso de métodos agroindustriales destructivos tras la segunda guerra mundial, que estaban envenenando la tierra y el agua, reduciendo drásticamente la biodiversidad, y destruyendo billones de toneladas de suelo que anteriormente mantenían paisajes fértiles. El resultado se dio a conocer con la publicación del libro Permaculture One en 1978. Los ejes centrales son la producción de alimentos, abastecimiento de energía, el diseño del paisaje y la organización de (infra)estructuras sociales. También integra energías renovables y la implementación de ciclos de materiales en el sentido de un uso sostenible de los recursos a nivel ecológico, económico y social.

(En base a wikipedia)

Fuente: http://smonteverde.blogspot.mx/2012/12/agricultura-alternativa.html