Agrocombustibles

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En el mundo hay unos 800 millones de automóviles que consumen más del 50% de la energía producida en el mundo, lo que hace del automóvil individual el primer causante del efecto invernadero. A pesar de que existe un consenso de que el cambio climático es una realidad, no hay intenciones serias de cambiar el estilo de vida que lo causa, y en lugar de ello, se buscan soluciones tecnológicas que permitan mantener las ganancias de las empresas que se benefician de este modelo.

En este contexto, en los últimos años se ha empezado a promocionar los agrocombustibles como una alternativa al calentamiento global (leer más sobre los agrocombustibles en el mundo 1) (leer más sobre los agrocombustibles en el Ecuador 2),

Los países europeos, en su afán por cumplir con sus obligaciones dentro del Protocolo de Kyoto, están empeñados en cambiar sus sistemas energéticos en base a combustibles fósiles, por agrocombustibles, pero su producción no les da abasto. Aunque Estados Unidos tiene suficientes tierras agrícolas, el consumo de energía es tan alto, que también va a depender de las importaciones para cubrir su demanda.

¿De dónde van a venir estos agrocombustibles? Pues de regiones como América Latina, Asia y África (leer más sobre la geopolítica de los agrocombustibles 3)

En todos esos países, tierras con vocación agrícola o ecosistemas naturales van a ser utilizadas para la producción de cultivos dedicados para la producción de combustibles (leer más sobre los agrocombustibles en América Latina 4).

Los agrocombustibles acentuarán los problemas generados por los monocultivos de soya, palma y la caña, por la voracidad energética que existe en el mundo, sin que se resuelvan los problemas ecológicos y sociales de fondo (leer más sobre los impactos de la caña de azúcar en el Ecuador 5 y sobre la palma en el Norte de Esmeraldas 6).

La forma como se están produciendo los agrocombustibles, responde a las mismas lógicas que han usado desde hace 500 años por los colonizadores europeos: ocupar tierras indígenas para establecer plantaciones comerciales, desconociendo el derecho de las comunidades ancestrales que las habitan (leer más sobre los agrocombustibles y el agronegocio 7).

De manera general podría decirse que en América Latina, así como en otras partes del Tercer Mundo, los agro-combustibles van a difundirse de dos maneras:

1. Utilizando y expandiendo las áreas que ya están sembrada en los distintos países con monocultivos aptas para la producción energética como las plantaciones de soya en el Cono Sur, de caña en Brasil, Colombia, Centro América y El Caribe, de palma en varios países tropicales, fortaleciendo al sector de los agro-negocios en cada uno de los países y exacerbando sus impactos.

2. Sustituyendo ecosistemas naturales, territorios indígenas y ocupando las llamadas %u201Ctierras marginales%u201D que aparentemente nunca han sido utilizadas en la agricultura (leer más sobre los agrocombustibles y las tierras marginales 8).

En cualquier caso, y a pesar de todos los argumentos que los agro-combustibles van a reactivar la economía rural en el Tercer Mundo, su adopción masiva va a acelerar el proceso de descampenización que se vive en el Tercer Mundo, y una mayor concentración de las tierras, ganancias y poder de los mismos sectores que lo han hecho tradicionalmente, pero también de nuevos grupos económicos que han surgido con el nuevo boom de los agrocombustibles.

Fuente: http://www.accionecologica.org/soberania-alimentaria/agrocombustibles