Conocer y manejar adecuadamente la alimentación del rodeo va a lograr no sólo un impacto positivo en la producción de su tambo, sino también una mayor eficiencia en el uso de los recursos.
INTRODUCCIÓN
Conocer y manejar adecuadamente la alimentación del rodeo va a lograr no sólo un impacto positivo en la producción de su tambo, sino también una mayor eficiencia en el uso de los recursos. El manejo integrado de todos estos aspectos constituye en la más importante herramienta que disponen los productores para lograr la expresión del verdadero potencial lechero de sus animales.
El objetivo perseguido en esta cartilla es brindar elementos que permitan comprender mejor el funcionamiento de las distintas variables que afectan el comportamiento productivo de las vacas lecheras. Entre esos factores, uno de los más importantes es la nutrición en su período de lactancia, tema al que nos abocaremos en esta publicación. Conocer y manejar adecuadamente la alimentación del rodeo va a lograr no sólo un impacto positivo en la producción de su tambo, sino también una mayor eficiencia en el uso de los recursos y consecuentemente una mejora en los ingresos de la explotación.
Con el fin de lograr un adecuado nivel productivo del ganado lechero y a pesar de que no se tratarán aquí, no se deben descuidar diversos aspectos como: sanidad del rodeo, eficiencia reproductiva y manejo preparto de la vaca seca, entre otros. Este último aspecto fue oportunamente desarrollado en la Cartilla Nº 1. El manejo integrado de todos estos aspectos (sanidad, reproducción y alimentación) se constituye en la más importante herramienta que disponen los productores para lograr la expresión del verdadero potencial lechero de sus animales.
CONCEPTOS SOBRE UN SISTEMA DE PRODUCCIÓN
Todo establecimiento lechero debe tener relativamente bien definido un SISTEMA DE PRODUCCIÓN a ser ejecutado. Para ese sistema de producción, el cual es particular para cada productor, deben estar lo más claro posible un conjunto de aspectos:
La rotación de cultivos y pasturas: ésta define la oferta de forraje y su calidad en cada uno de los momentos del año, y fija un marco para la estrategia de conservación de los excedentes que ocurran.
El manejo del rodeo lechero: tipo de ganado y su valor genético, reproducción y distribución de las pariciones, manejo de la recría, manejo de la sanidad del ganado, etc.
El sistema de alimentación: está íntimamente ligado al sistema de rotación y a la estrategia de conservaión de forrajes; su manejo permite dominar la demanda nutricional del rodeo en base al correcto aprovechamiento del pasto, de las reservas y al uso racional de los concentrados. Este sistema también define cuánto concentrado se necesita aportar en cada momento.
El sistema de ordeñe e infraestructura de apoyo: comprende todos los aspectos que permiten culminar eficientemente el proceso productivo.
El sistema de recursos humanos: implica la necesidad de un nivel adecuado de conocimientos y habilidades tanto del productor como del personal que se desempeña en el predio, para cumplir con éxito todas las actividades que se deben llevar a cabo.
Todas las consideraciones que se expondrán seguidamente tienen una relación directa con los puntos antes mencionados, siendo entonces importante saber cómo estamos situados en ellos para entender hasta donde podremos llegar en el desarrollo de nuestro sistema productivo
REQUERIMIENTOS NUTRITIVOS DE LAS VACAS EN LACTANCIA
Las necesidades nutritivas de los animales en producción son complejas y variadas, tanto en el número de elementos que intervienen como en sus interrelaciones.Desde el punto de vista nutricional se ha valorado el peso relativo que los distintos nutrientes tienen sobre el comportamiento productivo de los animales, clasificándose a los mismos como macro y micro nutrientes.
Los macro nutrientes afectan fuertemente la producción y no pueden ser descuidados en ninguna dieta, citándose a modo de ejemplo los siguientes: energía, proteína, calcio, fósforo y distintas fracciones de fibra (influyen en el funcionamiento del rumen).
Los micro nutrientes son en general minerales y vitaminas que aunque siempre es conveniente ajustarlos, su impacto en la producción es menor. La cantidad total diaria de nutrientes que necesita un animal en particular debe ser ingerido con los alimentos, estando esta ingesta topeada en kilos de materia seca en función al tamaño del animal, a su etapa de lactancia y a su tiempo de gestación. También se menciona una asociación positiva entre la producción individual y la cantidad de alimento consumido.
Podemos comenzar el análisis considerando los dos componentes básicos de la dieta: energía y proteína. Estos elementos se encuentran presentes en los alimentos conjuntamente con otros macro y micro nutrientes también necesarios para los animales.
La energía puede definirse como %u201Cel combustible%u201D que los animales utilizan para cumplir sus necesidades de mantenimiento y producción. Si bien no hay signos específicos provocados por deficiencia de energía, la misma se manifiesta en el ganado lechero por una reducción en la producción de leche, alteraciones en los componentes de la leche, pérdida de peso y disminución del comportamiento reproductivo; llegándose a casos extremos en que ocurre la muerte del animal.
La proteína es un nutriente vital, compuesto por moléculas nitrogenadas; que los animales requieren para mantenimiento, reproducción, crecimiento y lactación. Participa en la síntesis de músculo, reposición de tejidos envejecidos del organismo, en la reproducción y en el proceso de formación de la leche. La vaca lechera, como rumiante, tiene la capacidad de degradar las moléculas complejas de los distintos alimentos en elementos simples que luego utilizará para alimentarse, combinándolos %u201Csabiamente%u201D de acuerdo a sus necesidades. Este proceso de degradación lo realizan las bacterias y otros microorganismos que están presentes en el rumen.
Todos los alimentos tienen diferentes velocidades de degradación a nivel ruminal. Esta velocidad relativa normalmente va asociada a la calidad del alimento: a mayor calidad (forrajes tiernos) hay mayor velocidad de degradación por lo que se dice que el alimento tiene mayor %u201Cdigestibilidad%u201D.
Al consumir alimentos menos digestibles (más fibrosos), los animales se ven limitados en su capacidad productiva por dos motivos:
– al disminuir la digestibilidad también disminuye la velocidad de pasaje dentro del tracto digestivo, por consiguiente baja considerablemente la cantidad total de materia seca que la vaca puede consumir por día;
– la menor digestibilidad también va asociada a una menor concentración de energía y proteína por kilo de materia seca.
Es así que ambos factores determinan un ingreso menor de nutrientes al animal de lo que necesita.
Existen alimentos en los que una parte de sus nutrientes no se degradan en el rumen (nutrientes pasantes) pero igual tienen alta calidad. En general estos alimentos se utilizan cuando los niveles productivos individuales de los animales superan los 25 litros por día, no siendo suficientes los alimentos que proveen las bacterias del rumen.
De estos dos componentes (proteína y energía), el que normalmente se vuelve limitante en condiciones de pastoreo, es la energía, ya que las necesidades de proteína en la medida que el animal tenga buen acceso a praderas con leguminosas o verdeos de invierno, son cubiertas. No obstante en sistemas lecheros que intentan alcanzar altas productividades individuales los niveles de proteína pueden volverse deficitarios, y limitar la expresión del potencial de producción.
ENERGÍA
Desarrollaremos los principales conceptos para ilustrar la forma en que participa la energía en los procesos productivos. Los distintos elementos que integran los alimentos: azúcares, almidones, fibra, grasa, proteína, aportan energía en diversa proporción, por lo que una vez conocida la composición del alimento, es posible predecir su contenido energético.
Una vez que el animal ingiere el alimento se dan %u201Cfugas%u201D de energía en el proceso de digestión y metabolismo, para transformar ese alimento en producto animal. Parte se pierde en las heces, parte en la orina, parte en gases de fermentación y parte como calor en todo el proceso. Si al alimento consumido le descontamos est as pérdidas tenemos la %u201Cenergía metabolizable%u201D que es la que realmente puede ser utilizada por los animales.