Alimentos de Origen Animal: características, beneficios y riesgos

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Un alimento de origen animal es todo aquello comestible que provenga de, como su nombre lo dice, los animales. Sin embargo, no todos los miembros del reino Animalia están contemplados. Hay algunos que por sus características, peligrosidad o restricción legal no pueden o no deben ser consumidos ni directamente ni en productos derivados.

La res, el cerdo y el pollo son los tipos de carne de mayor consumo mundial, seguidos del pescado. No obstante, hablar de alimentos de origen animal es muy amplio si consideramos las costumbres y tradiciones, lo que varía de acuerdo a la región de la que hablemos. En ciertos países se consumen especies que en otras latitudes son desconocidas como formas de alimento. Por ejemplo, hay poblaciones que incluyen a su dieta tipos de hormigas, monos, caimanes, murciélagos, orugas, ratas, armadillos, caracoles, perros, entre muchos otros.

¿Cuáles son los alimentos de origen animal?

Como alimentos más consumidos de origen animal podemos mencionar la carne, el pescado, los huevos, la leche y los productos lácteos derivados de esta última.

Carne.

Los productos cárnicos se refieren claramente a la carne, pero también incluye piel, huesos, cartílagos y vísceras como hígado y riñones, provenientes de mamíferos, reptiles, anfibios y aves. Las carnes pueden ser rojas o blancas. Como ejemplos de carnes rojas está la vacuna, caprina, ovina y porcina, entre otras. Entre las blancas se agrupan las del pollo, pavo, ganso y pato principalmente.

Aunque no es específicamente carne, la sangre de ganado y reptiles se consume en varias partes del mundo.

Pescados y mariscos.

Ejemplos de estos son el arenque, salmón, bacalao, sardina, langosta, caracol, cangrejo, y muchas otras especies provenientes del mar.

Huevos.

Aportan gran diversidad de nutrientes. Esto incluye a gallinas, codornices, avestruces, entre otras aves.

Leche y derivados lácteos.

Agrupa leche entera en polvo, condensada, desnatada, descremada y evaporada. Yogures, leches agrias, caseína, quesos, mantequillas y mantequillas clarificadas.

Fuente: Bioenciclopedia