La protección de la salud pública mundial depende de las acciones para prevenir y responder a las amenazas que ponen en peligro la salud colectiva de la población mundial. Dichas amenazas repercuten en la estabilidad económica o política, el comercio, el turismo, el acceso a bienes y servicios y, si se producen reiteradamente, en la estabilidad demográfica.
La seguridad sanitaria mundial abarca un amplio abanico de cuestiones complejas y abrumadoras, entre ellas, las consecuencias para la salud del comportamiento humano, el cambio climático y las enfermedades infecciosas, así como los desastres naturales o de origen humano, todos ellos analizados aquí.
Riesgos para la salud en un mundo globalizado
En los últimos dos siglos, la ciencia ha avanzado mucho en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Sin embargo, puede que las mayores batallas estén aún por librarse. Miles de personas viajan en avión a diario, por lo que las enfermedades contagiosas tienen mayor alcance y se propagan más deprisa que nunca. Los antibióticos, que antes curaban enfermedades como la tuberculosis, ahora no siempre surten efecto. Viejos enemigos, como la polio, se niegan a desaparecer. Otros, como la viruela, amenazan con un regreso demoledor en caso de ser liberados. Desde los setenta, se han identificado nuevas enfermedades al ritmo sin precedentes de una o más por año, y los científicos advierten de una posible epidemia mundial provocada por un virus mortal que creen que ni siquiera existe todavía. En el siguiente informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud se han analizado estas y otras amenazas y se recomiendan formas en las que los países pueden cooperar más estrechamente para proteger la salud pública mundial.
La protección de la salud pública mundial se define como aquellas actividades necesarias para prevenir y responder a las amenazas que ponen en peligro la salud colectiva de los seres humanos en diferentes regiones y países.
La falta de protección de la salud pública mundial también puede traducirse en consecuencias para la estabilidad económica o política, el comercio, el turismo, el acceso a los bienes y servicios, y para la estabilidad demográfica.
La seguridad sanitaria mundial abarca un amplio abanico de cuestiones complejas y abrumadoras, entre ellas, las consecuencias del comportamiento humano en la salud, el cambio climático y los eventos debidos a fenómenos meteorológicos, las enfermedades infecciosas y los desastres naturales o de origen humano.
Fuente: GreenFacts