La agricultura de conservación, basada en unas determinadas prácticas agronómicas, permite a los agricultores aumentar los rendimientos, diversificar cultivos y reducir la erosión del suelo, según un estudio realizado por expertos del Servicio de Investigación Agrícola de EEUU (ARS, en sus siglas inglesas) y la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
Beneficios de la agricultura de conservación
La agricultura de conservación, basada en unas determinadas prácticas agronómicas, permite a los agricultores aumentar los rendimientos, diversificar cultivos y reducir la erosión del suelo, según un estudio realizado por expertos del Servicio de Investigación Agrícola de EEUU (ARS, en sus siglas inglesas) y la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
Según los expertos, de la Unidad de Investigación de Sistemas de la Zona de las Praderas, los agricultores que practican este tipo de agricultura pueden aumentar sus rendimientos cambiando de cultivo de conservación con rotaciones de tres y cuatro años. Los expertos aseguran que la mejora rotación es sembrar trigo el primer año, maíz el siguiente año y dejar el terreno barbechado con cultivo de conservación el tercer año.
La agricultura de conservación permite un manejo del suelo que altera lo menos posible su composición, estructura y biodiversidad, defendiéndolo de la erosión y degradación. Los expertos destacan también los beneficios de la rotación de cuatro años con trigo, maíz, mijo y después dejar el terreno barbechado el cuarto año. Los resultados del estudio han permitido encontrar que la producción de grano se puede aumentar hasta un 70% en sistemas de tres y cuatro años.
En algunas ocasiones los agricultores no necesitan dejar sus terrenos barbechados, pero pueden sembrar maíz, mijo o forraje si la humedad del suelo en la primavera es suficiente y la pronosticación para las lluvias del verano es un promedio más o menos alto. La agricultura de conservación permite, en tierras secas como las de Colorado, capturar la precipitación y retener la humedad en el suelo mejor que la agricultura convencional.
Este tipo de agricultura, que no suele incorporar restos de cosecha, permite también que aumenten los niveles de la materia orgánica del suelo y que se reduzca la erosión del suelo, según informa el ARS.
Fuente: http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/2003/06/20/7011.php