Con la finalidad de ir delimitando con mayor precisión lo que implica la sustentabilidad en la agricultura y de esta manera contar con elementos que permitan su evaluación, es que se recurre a las definiciones más comunes con las que trabajan los diversos investigadores:
A).- Una definición integrada y específica como modelo de agricultura sustentable, es la que propone Aguilar, (1993, citado por Narváez, 1996): %u201CAquella agricultura que implica componentes ecológicos, técnicos y sociales que permitan tener una producción de alimentos y fibras, sin poner en riesgo la conservación de los recursos naturales, la diversidad biológica y cultural para las generaciones futuras y que realmente fortalezcan un modelo de vida y de civilización distinto al que se ha impulsado a nivel mundial%u201D .
B).- Otra definición hace hincapié en los principios que debe contener: ‘Agricultura sustentable es la que perdura a través del tiempo enfatizando en la calidad del ambiente y de los recursos naturales base, de los cuales dependen los alimentos y las fibras necesarios para la humanidad, y que deben ser económicamente viable y elevar la calidad de vida de los productores y de la sociedad en su conjunto (Definición de la Sociedad Americana de Agronomía, citado por Stockle, 1994).
C).- En términos de los procedimientos a seguir se identifica la siguiente definición de agricultura sustentable: %u201Csistemas de producción agrícola integrados, con un mínimo de dependencia de insumos y de energía del exterior en forma de químicos sintéticos que no sustituyan técnicas culturales y biológicas por estos insumos. Además, deberán mantener o sólo reducir escasamente la producción y productividad, así como mantener ó incrementar el ingreso neto de los productores. Estos últimos tendrán que proteger el ambiente, la contaminación de alimentos, el mantenimiento de la biodiversidad e impulsar la fertilidad y productividad del suelo%u201D (Schaller, 1993).
D).- Otro grupo de autores ponen énfasis en los procesos biológicos como una posibilidad para eficientizar la producción, por lo que conceptualizan a la agricultura sustentable como: %u201C un sistema integrado con prácticas de producción de planta y animal en un lugar específico de aplicación a través del tiempo, el cual satisface las necesidades humanas de alimentos y fibras, a través de integrar a la producción los ciclos biológicos, mantener una viabilidad económica en las operaciones de la unidad de producción y elevar la calidad de vida del productor y la sociedad en general’ (Ikerd, 1996). Esta postura hace énfasis en un uso más eficiente de los recursos no renovables y en la calidad ambiental.
E).- Agricultura sustentable es %u201Cel manejo efectivo de los recursos naturales para satisfacer las necesidades cambiantes de la humanidad, mientras se mantiene o se mejora la base de los recursos y se evita la degradación ambiental, asegurando a largo plazo un desarrollo productivo y equitativo%u201D (De Camino y Müeller, 1993).
F).- Para Altieri, la agricultura sustentable es %u201C%u2026un modo de agricultura que intenta proporcionar rendimientos sostenidos a largo plazo, mediante tecnologías y prácticas de manejo que mejoren la eficiencia biológica del sistema%u201D (Altieri y Nichols, 2000).
G).- Finalmente, una concepción más, es la que destaca los aspectos culturales, económicos y sociales (Masera et al, 2000), al definir a la agricultura sustentable como: %u201C%u2026la que persigue una distribución justa y equitativa de los costos y beneficios asociados con la producción, se preocupa por el rescate crítico de prácticas de manejo utilizadas por diferentes etnias, de igual manera busca reducir las desigualdades actuales de acceso a los recursos productivos e intenta, así mismo, desarrollar tecnologías y sistemas adaptados a la diversidad de condiciones ecológicas, sociales y económicas locales, además de tener que ser rentable %u201D.
Las diferentes definiciones sobre agricultura sustentable, aquí presentadas, se derivan básicamente del enfoque agroecológico. En esencia, parten de la existencia finita de los recursos naturales y, en consecuencia, de la necesidad de realizar un cambio en el patrón de producción que ha venido siguiendo la agricultura, priorizando la integración entre técnicas orgánicas con algunas técnicas de la agricultura moderna. Básicamente se trata de impulsar la conservación y administración %u201Cracional%u201D de los recursos e insumos internos y externos; lo que supone, no eliminar el uso de insumos o técnicas externas, sino más bien hacer un uso adecuado de ellos (Pretty, 1995; Hansen, 1996; Altieri, 2000) .
Otros elementos que incorpora el enfoque agroecológico sobre la definición de sustentabilidad son: (Guzmán et al., 1999)
1. El concepto de sustentabilidad es por naturaleza dinámico, por lo tanto, no puede decirse que un agroecosistema es o no sustentable, sino que es más o menos sustentable que antes, o que otro, si se le compara.
2. No todos los objetivos que se establecen en la sustentabilidad, pueden llegar a alcanzarse al mismo tiempo.
3. La aplicación de la sustentabilidad debe hacerse sobre agroecosistemas específicos, por lo tanto, los objetivos pueden variar tanto en el espacio como en el tiempo.
Teniendo presentes estos elementos resulta imposible definir de forma concisa y concreta lo que significa sustentabilidad en la agricultura, ya que la integración de las dimensiones sociales, económicas y ambientales, en espacios y tiempos, conduce a no poder delimitar rígidamente al concepto. Sin embargo, Edwards, et al., (1993) sugiere que es preferible abordar la sustentabilidad como un %u201Cmarco de referencia flexible y adaptable%u201D a las condiciones particulares de cada región. Ello denota la importancia de un enfoque holístico, multidisciplinario e integral, para el estudio de la agricultura sustentable.
En el mismo sentido, Pretty (1995), señala que para estar en posibilidades de diseñar un marco de referencia, es importante responder, primero, a las siguientes preguntas: ¿qué está siendo sostenido?, ¿por cuánto tiempo?, ¿para beneficios de quiénes y a qué costo? ¿En qué superficie y medidos por cuáles criterios?. De igual manera, Masera et al., (2000) propone las siguientes preguntas antes de pretender definir a la sustentabilidad: ¿sustentabilidad para quién? ¿Quién la llevará a cabo? y ¿Cómo?. Estas preguntas sirven de guía para poder establecer un marco de referencia conceptual y entender lo que se pretende con la implantación de la agricultura sustentable.
Frente a lo anterior, se recurre a la propuesta que utilizan una buena parte de los investigadores dedicados al estudio de la agricultura sustentable (Pretty, 1995; Altieri, 1995; Conway 1994; Guzmán, 1999; y Masera 2000). Ellos reconocen que no se puede circunscribir el concepto de sustentabilidad a una definición estrecha de carácter universal y única, por lo que para establecer el comportamiento del agroecosistema se opta por una serie de criterios, como línea general para delimitar al concepto. Los criterios se fundamentan en los siguientes principios:
Ser ecológicamente válido.- Lo que es entendido como el mantenimiento y la restauración de los recursos naturales. Ello implica que las acciones sean dirigidas a que los recursos que se usen de manera que se minimicen las pérdidas de nutrientes y energía y se reduzca la contaminación.
Ser económicamente viable.- Se refiere a que los ingresos garanticen retornos suficientes que cubran los costos, asegurando una fuente permanente de ingresos, con altos niveles de productividad, a fin de darle viabilidad y continuidad al sistema.
Ser socialmente justa.- Esto es, que el poder y los recursos sean distribuidos de forma equitativa, que se promueva la autogestión y que la participación garantice el control de los medios de producción y de los recursos naturales.
Ser adaptable.- Que el sistema sea capaz de adaptarse a los cambios externos, es decir, a las distintas políticas agropecuarias implementadas, así como a las condiciones de mercado y a los procesos sociales y productivos que se presenten.
Aun teniendo presente estos principios, sobre la sustentabilidad en la agricultura, el problema sigue siendo cómo llevar a cabo este tipo de agricultura y cómo reconocer e identificar variables que cubran los aspectos antes mencionados, y que además, permitan la evaluación de éstos, para establecer con claridad si existe un avance o un retroceso respecto a las estrategias establecidas.