¿El futuro? La acuicultura marina

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La acuicultura marina podría aumentar su producción en más de 20 veces para mediados del siglo XXI. Resultará fundamental para alimentar a los 9.200 millones de habitantes que se espera que haya en el planeta en 2050. Pero el modelo actual de pesquerías no es sostenible, y podría provocar el agotamiento de la pesca.

Científicos internacional liderados por investigadores españoles de CSIC revelan en un estudio que la acuicultura marina resultará fundamental para alimentar a los 9.200 millones de habitantes del planeta en 2050, según las estimaciones. El estudio, en el han participado universidades europeas e investigadores de la FAO, llega a la conclusión de que la acuicultura marina ‘podría crecer de 34 millones de toneladas actuales hasta 600 millones de toneladas para mediados de siglo’. Con estos boyantes datos los investigadores consideran que la acuicultura suplirá las carencias de la agricultura y la ganadería, dadas las limitaciones en la disponibilidad de agua y terreno fértil.

Según el Observatorio Español de Acuicultura (OEA) las especies de peces de producción acuícola principales en España son la trucha, los moluscos, el atún, las anguilas, el rodaballo y el lenguado… si estos datos se cumplen deberemos ampliar nuestros platos puesto que algunas de estas especies están amenazadas. Existen 28.000 personas trabajando en la acuicultura.

Hacia la pesca sostenible

En el estudio, plantean el cambio necesario hacia una acuicultura sostenible. La pesca sólo sería sostenibles cuando se abandonan prácticas tanto la producción de harina de pescado (con la que se alimenta a aves, peces, ganado) como la pesca de grandes depredadores, al tiempo que se incrementan %u201Cnotablemente%u201D las áreas protegidas como reservas marinas. Según los investigadores, ‘el modelo actual de pesquerías no es sostenible y a largo plazo provocaría el agotamiento de la pesca’.

xiste un problema con el agua, la acuicultura marina no consume enormes cantidades de agua, a diferencia de la ganadería que representa el 3,5% del total de alimentos y su producción requiere el 45% de la demanda de agua por la agricultura. Para la investigadora española Núria Marbà, (CSIC): %u201CLa mayor ventaja de la acuicultura marina es que la producción de proteína animal en el mar no consume apenas agua dulce, mientras que la ganadería realiza un uso mucho más intensivo del agua en tierra. La producción de alimento total se maximizaría si la producción de proteína animal se llevase a cabo principalmente mediante la acuicultura marina, lo que permitiría duplicar los productos agrícolas con la misma cantidad de agua %u201D.

El futuro está en el mar

El investigador del CSIC, Carlos Duarte opina: %u201CAlimentar a 9.200 millones de personas con una dieta saludable es un desafío de proporciones colosales que sólo se podrá afrontar con éxito integrando la producción de alimento en tierra y en el océano. Realizar esta integración de forma inteligente requiere planificación y su regulación no se puede dejar a un mercado cuyo funcionamiento está afectado por subsidios. Estos cambios requieren de liderazgo político y social, informado por el mejor conocimiento científico disponible%u201D.

La acuicultura es asimismo el sector de producción de alimento que crece más rápido, con un aumento del 7,4% anual, y que más se diversifica en número de especies, con un 3% anual de nuevas especies domesticadas. %u201CLa expansión de la acuicultura podría constituir la siguiente revolución en la alimentación humana%u201D, añade Duarte.

Acuicultura sostenible

El crecimiento sostenible de la acuicultura en un futuro pasa, según los investigadores, primero eliminando la dependencia de las pesquerías a las harinas de pescado y, por otro, de la agricultura, con la proteína de soja utilizada en algunos piensos, puesto que acabaría derivando en una gran crisis alimentaria.

Para mejorar la calidad de las aguas y su oxigenación, este equipo científico aconseja incrementar notablemente la producción de algas marinas, para su uso en piensos, alimentación humana o biocombustibles, lo que puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las granjas de algas, así como las de bivalvos y otros filtradores, mejoran la calidad del agua y tienen un efecto positivo para el ecosistema.

Impacto ecológico de la pesca

El estudio plantea para minimizar el impacto ecológico de la acuicultura marina que desarrollar policultivos o combinación de distintas especies para reducir la cantidad de deshechos. Esto lo llaman ‘la granja de peces’ que se acompañaría de jaulas de peces detritívoros sobre el sedimento, que se alimentan del material que se deposita allá; la granja estaría rodeada de un cinturón de cultivos de moluscos filtradores que limpian el agua de partículas, y éste a su vez de un cinturón de algas que absorbe los nutrientes (nitrato, fosfato, etc.) que emite la granja.

%u201CLa acuicultura marina tiene la capacidad de convertirse en una fuerza positiva en el medio ambiente, mediante la mejoría de la calidad de las aguas y su oxigenación, a través del cultivo masivo de macroalgas, lo que puede también contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de su potencial como biocombustible; y con programas de recuperación, mediante la suelta de alevines, de especies en peligro o amenazadas; así como con la mejora de la salud humana através de los beneficios de una dieta equilibrada rica en componentes de origen marino%u201D, resume Marbà.

Fuente: http://www.mundo-geo.es/naturaleza/el-futuro-la-acuicultura-marina