Evaluación de la calidad del agua y su influencia en el cultivo de la Tilapia

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La productividad acuícola está estrechamente ligada a la calidad hidrobiológica del medio, definida por sus parámetros físicos, químicos y biológicos que influyen en la reproducción y crecimiento de las especies.

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La Tilapia es uno de los peces más cultivados en diferentes regiones del mundo ya sea por métodos extensivos, semiintensivos o intensivos, por lo que se deben observar los parámetros físico-químicos del agua, tales como oxígeno, pH y temperatura, entre otros, aspectos que requieren un monitoreo constante en las granjas acuícolas.

Introducción

El agua, elemento líquido de la naturaleza y componente de los seres vivos presenta determinadas características cuyo conocimiento y estudio es imprescindible para cualquier desarrollo acuícola, ya que sin duda es la base fundamental de dicha actividad.

En general no existen aguas que cumplan con todos los requerimientos de una especie y es por ello que hay que hacer adecuaciones para acercarlas lo más posible a esos requerimientos.

Por ejemplo en el sur de Chile, las aguas superficiales en forma natural, son predominantemente blandas, de baja alcalinidad y levemente ácidas, lo que resulta en la presencia de algunos metales en niveles poco apropiados para salmonicultura y con poca capacidad de amortiguación para esos niveles de ácidos. Junto con ello, no hay capacidad de disminuir la toxicidad de algunos metales. (FAO 2008).

La supervivencia de los organismos durante el cultivo, sobre todo a nivel comercial, depende del adecuado manejo de la alimentación, las características fisicoquímicas del medio y de su resistencia a los agentes patógenos que en los estanques pueden ser más abundantes que en el medio natural, y a los ataques que se produzcan debido a su agresividad y comportamiento territorial, que pueden ser nefastos en cautiverio.

Es por ello que se evalúan en este trabajo diversos factores físico-químicos que determinan el comportamiento productivo de los peces a niveles óptimos.

DESARROLLO

Influencia de la calidad del agua en la productividad acuícola

La calidad del agua es un factor fundamental en cualquier proceso acuícola, ya que de ella dependerá que el desarrollo de los organismos sea bueno, así como los rendimientos que se prevean obtener, debido a que el agua tiene influencia en los tres niveles básicos, el crecimiento, la reproducción y la supervivencia.

Por tanto, la disponibilidad de la misma con calidad adecuada es importante para todos los sistemas de producción, aunque fundamentalmente lo es en el caso de los cultivos intensivos.

Por otra parte, las necesidades de agua son específicas para cada especie y su determinación exacta dependerá de los requerimientos de los diversos parámetros de los cultivos, de su capacidad de resistencia frente a los contaminantes, de las técnicas de desarrollo y de los métodos que se vayan a emplear, lo que nos lleva a encontrar diferentes situaciones:

  1. Cultivos extensivos/semiintensivos, en los que se puede intervenir aunque sea ocasionalmente mediante la adicción de fertilizantes, para desarrollar las cadenas tróficas asegurando un equilibrio natural, mineral, vegetal y animal del sistema.
  2. Cultivos en los que se practica un reciclaje completo del agua, como en las hatcheries, en las que se trabaja únicamente con animales y se controla el mantenimiento de los equilibrios biológicos a procedimientos artificiales, tales como bombeo, filtración, regulación de las temperaturas, niveles de oxígeno, salinidades, etc.
  3. Cultivos intensivos en los que el volumen del agua se renueva en función de la densidad del cultivo y de la cantidad de alimento aportado desde el exterior.

En todos estos casos, los principales indicadores de la calidad del agua son:

  • Temperatura.
  • Salinidad.
  • pH.
  • Concentración de oxígeno/anhídrido carbónico.
  • Concentración de amoníaco.
  • Concentraciones de nitritos, nitratos, fósforo, calcio, magnesio, cloro.
  • Partículas sólidas en suspensión.
  • Turbidez.
  • Metales pesados.
  • Fenoles y compuestos orgánicos.

La temperatura y el oxígeno disuelto son parámetros que afectan a la tasa de crecimiento, mientras que a su vez el oxígeno disuelto y el pH actúan a nivel de la reproducción.

Haciendo un análisis sobre estos factores, digamos que en relación a la temperatura será un criterio importante, tal como hemos visto en el apartado referente a las pautas de selección de especies y de elección de zonas, si bien en los centros de cultivo en los que se utilicen sistemas con un suministro de agua recirculante, es posible controlar este parámetro, mientras que dicho control es extremadamente difícil (por no decir imposible a un coste razonable) en las grandes granjas de estanques. (Mercado, 2008).

La principal característica de los animales acuáticos es la que los define como “poiquilotermos” o sea, que se trata de un grupo de animales comúnmente conocidos como de “sangre fría”; a diferencia de las aves y los mamíferos que son “homeotermos” o de “sangre caliente” (Claro, et al., 2001).

Esto significa que mientras estos últimos mantienen la temperatura corporal constante (como por ejemplo, el ser humano), los animales acuáticos no poseen tal capacidad; siendo su temperatura corporal la existente en el medio acuático que los rodea y en el que pasan toda su vida; o bien, con el que están relacionados por su reproducción y parte del ciclo de vida.

Es importante, por lo tanto, la respiración celular por el metabolismo. Las plantas, peces, microorganismos, etc., necesitan oxígeno para desarrollarse, crecer y poder vivir.

Hay varias formas de expresarlo:

Porcentaje de saturación igual a concentración de saturación = cantidad de oxígeno que puede tener una agua en unas condiciones determinadas

Cantidad de oxígeno disuelto en el agua: mg / lt = ppm
Otras formas son gr / cm3 = cm3 / lt
Es el requerimiento más importante, al igual que la temperatura, para los cultivos de las especies hidrobiológicas. (Cebrian et al, 1987).
Su grado de saturación es inversamente proporcional a la altitud y directamente proporcional a la temperatura y el pH.
El rango óptimo está por encima de las 4 ppm medido en la estructura de salida del estanque.

Fuente: http://www.vet-uy.com/articulos/piscicultura/050/020/pec020.htm