Los cambios, crecientes, hacia métodos de fertilización más inteligentes aumentan los ingresos agrícolas, la producción y la sostenibilidad.
Una fertilización inteligente se constituye como la clave tecnológica para responder al reto mundial de la alimentación de una población mundial creciente que alcanzará los 9.600 millones de personas en 2050.
Combinando los sistemas de navegación por satélite con la utilización, en tiempo real, de sensores de campo, los equipos de fertilización inteligente permiten a los agricultores realizar estas labores de forma específica, a medida, con resultados en la producción y optimización en el uso de fertilizante.
En palabras de Ulrich Adam, Secretario General de CEMA (Asociación Europea de Maquinaria Agrícola) durante su intervención en el encuentro “Feeding the world in 2050: Smart use of Fertilizers” en el Global Forum for Food and Agriculture (GFFA) de Berlín: se trata de una tecnología que aumenta los rendimientos de los cultivos al tiempo que permite optimizar el uso de un recurso escaso y valioso como son los fertilizantes.
El uso de este tipo de tecnología permite, dependiendo de la variación y la tecnología utilizada, aumento del rendimiento en torno al 6-8 %, al tiempo que se economiza la aplicación en un 15% lo que redunda en un ahorro efectivo de hasta 100 euros por hectárea. Al mismo tiempo, una mayor precisión en la aplicación de fertilizantes es beneficiosa para el medio ambiente, particularmente en áreas ecológicamente sensibles cercanas a cursos de agua o lindes de campos.
Pese a su potencial, destaca Adam, esta nueva tecnología aún se encuentra en su desarrollo. Apenas el 5% de los campos agrícolas en Alemania aplica procedimientos similares aunque la formación y su aplicación en ciertas regiones europeas permitirán mejorar la capacidad de trabajo de los agricultores lo que favorecerá la inversión en estos equipos.