Actualmente, existen retos que debemos afrontar con novedades e innovaciones tecnológicas, por ejemplo, evaluar nuevas materias primas alternativas que cumplan con los requerimientos nutricionales para las dietas animales, se requiere disponer de nuevas fuentes que provean nutrientes de alta calidad a un menor costo que las materias primas tradicionales, como la harina y el aceite de pescado.
Este tema ya ocupa un lugar importante en los estudios de investigación, con excelentes avances que han permitido incrementar la eficiencia alimenticia, los costos de producción y ampliar la gama de ingredientes disponibles para la elaboración de alimentos balanceados.Adicional a la búsqueda de materias primas alternativas, es necesario mejorar los procesos actuales de la cadena de suministro. Las normatividades están cambiando, y debemos adaptarnos para mantener la competitividad en el mercado. El crecimiento y la mejora son procesos que requieren tiempo, y cuando se busca cambiar una cultura, pueden llegar a tomar varios años. Para lograr estos cambios se necesitan acciones estratégicas que pueden variar desde cambios en los hábitos, los procesos, las habilidades y hasta la tecnología utilizada.
Es importante considerar los riesgos que existen en las diversas etapas de la cadena de suministro de la comercialización de materias primas y la producción de alimentos balanceados; para ello es fundamental realizar y mantener registros definidos en cada etapa, y así, poder aplicar el concepto de trazabilidad. La trazabilidad se puede entender como el control y registro de las características de los ingredientes y su proceso de elaboración. Es decir, poder seguir el rastro a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de un ingrediente, pienso o animal destinado a la producción de alimentos o una sustancia destinada a ser incorporada en alimentos o piensos, o con probabilidad de serlo; y en su caso conocer los factores de riesgo zoosanitarios y de contaminación que puedan estar presentes en cada una de las etapas. La trazabilidad es un conjunto de procedimientos que permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote a lo largo de la cadena de suministro en un momento dado, a través de una serie de herramientas predeterminadas. Esta serie de herramientas forman parte de un sistema de trazabilidad, el cual permite identificar el producto final y su relación con las materias primas, ingredientes y aditivos %u2013 químicos, farmacéuticos y biológicos %u2013 empleados en su proceso. Nuestro sistema de trazabilidad debe servir como enlace en la cadena de suministro de alimentos, entre el proveedor y el cliente inmediato. Además de contar con un sistema de trazabilidad es importante tener métodos de evaluación de la calidad de las materias primas que utilizamos.
La microscopía de alimentos es un método que permite verificar la composición y calidad de los ingredientes (detectar contaminadores, adulteraciones, uniformidad de mezclado, presencia de semillas perniciosas, etc.). La microscopía de materias primas es una técnica óptima de control de calidad simple, rápida, económica y versátil. Es especialmente útil para identificar contaminantes y adulterantes en las materias primas a partir de sus características físicas. Este es un método complementario a los análisis químicos, ya que permite ratificar los resultados obtenidos en los análisis químicos. Este método se basa en el conocimiento de cada proceso de obtención de materias primas o bien de alimentos altamente procesados para su evaluación, también se utilizan muestras patrón certificadas. Otras propiedades que también se utilizan para este análisis son la digestibilidad, el perfil de aminoácidos, vitaminas y minerales.Es un tema muy extenso, pero no se preocupen lo continuaremos revisando en la próxima edición.
Fuente: Panorama Acuícola
