La hora de los robots: instalan en Chile el tambo robotizado más grande del mundo

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Los robots ya son una realidad en la producción lechera de varios países y en Chile no se quieren quedar atrás. El Risquillo, un tambo con 6500 vacas propiedad de la firma Agrícola Ancali y Grupo Bethia, éste último uno de los dueños de empresas reconocidas como Falabella y Latam, acaba de firmar con la compañía sueca DeLaval, proveedora de equipamiento para tambo, un acuerdo para la instalación de 64 robots de ordeñe automático.

El robot para ordeñe apareció en el mundo en 1992. En la actualidad hay más de 20.000 tambos en funcionamiento con 34.000 robots. En la Argentina se inauguró el año pasado un tambo robotizado en el INTA Rafaela, el primero del país. En estos sistemas automáticos la totalidad del proceso está automatizada. La llegada de la vaca a la estación de ordeñe, la preparación de la ubre, la colocación y el retiro de las unidades de ordeño se concreta sin la interacción de una persona, según explicaron en DeLaval.

En el mundo, después del avance con la máquina de ordeñar y los extractores automáticos de pezoneras, que reemplazaron el trabajo manual, el robot era el último paso que faltaba para la completa automatización del proceso de ordeño. En este sentido, lo central del desarrollo es un brazo robótico que limpia los pezones y luego coloca las unidades de ordeño a la vaca.

Ese brazo posee una cámara de video, un sistema de procesamiento de imágenes para encontrar el pezón y un sistema de láser para ubicarlos. Un robot tiene capacidad para hacer 150 ordeñes por día.

Según explicó la empresa sueca, todo el sistema está controlado por un software con la información de cada vaca. Ese mismo software provee información acerca de la producción, reproducción, alimentación, salud y performance del tambo.

En el tambo El Risquillo, ubicado a 500 kilómetros al sur de Santiago de Chile, ya tienen 16 robots en funcionamiento y dicen que aumentaron 10% la producción. Empezaron con 500 vacas con el sistema robótico y apuntan a tener sus mejores 4500 vacas con este sistema. Los 64 robots van a estar funcionando a principios de 2017.

‘El foco de la implementación de estas tecnologías es reducir costos, aumentar la eficiencia, la calidad y consistencia de la información’, expresaron en la compañía, donde no obstante aclararon que ‘estas tecnologías no trabajan solas’.

Según la firma, las personas pueden dedicar más tiempo a otras tareas que generan valor, como el análisis de datos.

‘Sin dudas la forma de trabajo cambia. En un tambo con ordeño automático, los horarios se vuelven más flexibles y se asemejan mucho más a horarios de trabajo normales, permite el descanso de los trabajadores y se gana tiempo para dedicarle a otro tipo de tareas que son las que van a generar valor y traer resultados positivos. Aparecen nuevas tareas, pasa a ser clave el trabajo en la computadora, viendo y analizando diferentes indicadores de performance claves, que son los que van a determinar cómo está trabajando el sistema’, remarcaron en la empresa.

Fuente: La Nación. Argentina.