La industria avícola se ha expandido rápidamente en los países en desarrollo en las últimas dos décadas. Los saltamontes, grillos, cucarachas, termitas, piojos, chinches, cigarras, pulgones, orugas, moscas, pulgas, abejas y hormigas se han utilizado como fuentes complementaria de proteínas para las aves de corral (Ravindran y Blair, 1993).
En los países en desarrollo, las proteínas de origen animal y vegetal son las principales fuentes de aminoácidos como la lisina, la metionina y la cisteína en la alimentación de las aves de corral. Los ingredientes de los piensos ricos en proteínas normalmente están hechos a base de pescado y de carne, mientras que los de origen vegetal se elaboran a base de leguminosas o aceites.
Como alternativa se puede observar como las termitas han sido usadas como alimento para pollos y gallinas de Guinea en Togo y Burkina faso (Iroko, 1982; Farina, Demey y Haroduin, 1991).
La quitina, un polisacárido que se encuentra en el exoesquelteo de los insectos tiene un efecto positivo en el funcionamiento del sistema inmunológico de los pollos, por lo que al alimentar a los pollos con insectos, el uso de antibióticos que pueden llevar al ser humano a enfermar por cepas bacterianas resistentes a medicamentos, se ve disminuida.
Avindran y Blair (1993) citan el uso de moscas soldado adultas (Hermetia illucens) criadas en estiércol y moscas domesticas (Musca domestica) como sustitutos de la harina de soja en la alimentación de aves de corral. Del mismo modo, los estudios han demostrado que las crisálidas de los gusanos de seda pueden sustituir la harina de pescado en su totalidad en las dietas de las gallinas ponedoras y en el pollo en un 50%. Los grillos y saltamontes también pueden sustituir totalmente a la harina de pescado y de soja.
En Kivu del Sur, la República Democrática del Congo, Munyuli Bin Mushambanyi y Balezi (2002) estudiaron la posibilidad de sustituir un 20% de la harina de origen animal, extremadamente cara, con harina derivada de cuchacrachas (Blatta orientalis) y termintas (Kalotermes flavicollis), su estudio demostró que la harina derivada de los insectos podía remplazar a la parte del contenido de carne del pienso.
Tamos Elorduy et al. (2002) llevaron a cabo experimentos similares con gusanos de la harina (Tenebrio molitor), criándolos con desperdicios de bajo valor nutritivo y dándolos de comer a pollos de engorde. Los gusanos de la harina fueron capaces de transformar los productos de desecho de valor nutritivo muy bajo en una dieta alta en proteínas, por lo que T. Molitor es una fuente alternativa de proteínas muy prometedora, en particular, como sustituto de la harina de soja en la alimentación de las aves de corral.
Resultados similares se encontarron en ensayos con Simplex Anabrus, Acheta domesticus, Bombyx mori, Alphitobius diaperinus, Tribolium castaneum y termitas (Ramos Elorduy et al., 2002).
Fuente: Entomo Solutions
