Las micotoxinas son objeto de interés mundial debido a las importantes pérdidas económicas que acarrean sus efectos sobre la salud de las personas, la productividad de los animales y el comercio nacional e internacional. Por ejemplo, se ha calculado (Miller, comunicación personal), que en los Estados Unidos de América y Canadá, las pérdidas anuales debido a los efectos de las micotoxinas en las industrias forrajeras y ganaderas son del orden de 5 000 millones de dólares.
En los países en desarrollo, donde los alimentos básicos (como el maíz y el maní) son susceptibles de contaminación, la población se verá también probablemente afectada de forma significativa por la morbilidad y las muertes prematuras relacionadas con las micotoxinas.
La micotoxicosis, surge cuando determinadas condiciones ambientales, sociales y económicas se combinan con condiciones metereológicas (humedad, temperatura) que favorecen el crecimiento de los mohos. El control estricto de los alimentos y los piensos y unas medidas adecuadas de salud pública, desempeñan un papel importante en la reducción de los riesgos para la salud humana y animal.
Los principales hongos productores de micotoxinas son:
- Fusarium moniliforme (Zearalenona, Fumonisina)
- Fusarium graminearum (Zearalenona, Vomitoxina, Fumonisina)
- Aspergillus Flavus (Aflatoxinas)
- Aspergillus ochraceus y Penicillium App (Ocratoxina)
Monitoreo y Control. La identificación de granos atacados o dañados por hongos es el primer paso y uno de los más importantes durante la compra o recepción del producto. La presencia de unos pocos granos con apariencia de haber sido dañado por hongos, es indicio suficiente de que porción del lote o el lote completo tuvo problemas durante la maduración, cosecha, secado o almacenamiento y requiere un muestreo más completo y un análisis más estricto. https://www.agromeat.com/266857/micotoxinas-legislacion-y-control