Nutrición y respuesta inmune en monogástricos, Parte III

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La relación metabólica del estado inmunitario del animal y su efecto sobre su productividad, son gradualmente mejor compredidos.
La Red Midia

En los dos números anteriores de Nutrinews se abordó, respectivamente, la importancia de los macronutrientes y de las vitaminas en el entramado que constituye la respuesta inmune en ganado porcino y avicultura. Con el presente artículo se completa esta serie de revisiones sobre nutrición y respuesta inmune, analizando el papel que juegan los microminerales de la dieta en dicha respuesta.

Todos los tejidos animales contienen cantidades y proporciones variables de microminerales

Hoy en día es bien sabido que todos los tejidos animales contienen cantidades y proporciones variables de microminerales, las cuales son necesarias para la marcha normal de todos los procesos bioquímicos que se dan en el organismo animal.

Los microminerales son componentes esenciales y específicos de la estructura de numerosas moléculas, participando de un gran número de procesos biológicos dentro del complejo marco del sistema inmunitario y, consiguientemente, siendo esenciales para el restablecimiento de la salud de los animales enfermos.

Zinc

El zinc es un elemento crucial para el correcto desarrollo y la función de las células que median la inmunidad innata y adaptativa (Prasad, 2005).

El Zinc no se almacena en el organismo animal

Las funciones celulares del zinc se pueden dividir en tres categorías: catalítica, estructural y reguladora (Cousins, 2006).

La ingesta regular de zinc es importante para mantener la integridad del sistema inmunológico, ya que este mineral no se almacena en el organismo animal. 

Deficiencia de zinc

Dado que la ingesta regular de zinc es importante para mantener la integridad del sistema inmunológico, una ingesta inadecuada podría llevar a la deficiencia de zinc y comprometer la respuesta inmune cuando ésta sea requerida (Ibs y Rink, 2004).

Con respecto a la inmunidad innata:         

la deficiencia de zinc afecta el sistema del complemento, la citotoxicidad de las células %u201Cnatural killer%u201D, la actividad fagocitaria de los neutrófilos y los macrófagos y en general la capacidad antimicrobiana de las células inmunitarias frente a patógenos invasores (Allen y col., 1983; Kruse-Jarres, 1989; Ibs y Rink, 2003).

Con respecto a la inmunidad adaptativa:

Una deficiencia de zinc también podría comprometer la función inmune adaptativa, particularmente el número y función de los linfocitos (Shankar y Prasad, 1998).

  • Los linfocitos T son especialmente vulnerables a la deficiencia de zinc (Bonaventura y col., 2015). La deficiencia de zinc provoca atrofia tímica, lo que deriva en un bajo número de células T, y genera un desequilibrio en los distintos tipos de linfocitos T %u201Chelpers%u201D, con una tendencia hacia los Th2.

Además, la deficiencia de zinc altera la producción de citoquinas, contribuyendo al desarrollo de estrés oxidativo y de procesos inflamatorios (Prasad y col., 2007; Bao y col, 2010; Foster y Samman, 2012).

Asimismo, el zinc es un cofactor esencial de las proteínas antioxidantes y las enzimas reparadoras del ADN (Berg, 1990; Webster et al., 2001).

Fuente: nutriNews