Argentina.- El costo de la alimentación es uno de los factores que más inciden en la producción avícola, y por ese motivo los investigadores de la UNNE realizan estudios para producir alimentos balanceados de bajo costo y con materias primas tradicionales de la región.
La base nutricional de los pollos está conformada por alimentos balanceados con soja, maíz y otros insumos que habitualmente provienen de otras zonas. Dicha alimentación se ve expuesta no sólo a un alto costo, sino en ocasiones a la dificultad de conseguirlo por la distancia geográfica.
En busca de aportar una alternativa a ese factor productivo, la cátedra de Producción de Aves de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE inició una investigación destinada a elaborar alimentos balanceados para pollos parrilleros con materia prima no convencional, apuntando principalmente a los pequeños y medianos productores.
El objetivo es conseguir un alimento que cumpla las condiciones de no haber sido probado antes, que sea del agrado del animal, que no utilice materias primas de consumo humano, en lo posible evitar aquellas que no sean de la región y que tengan la posibilidad de poder ser transformada en alimento balanceado con escasa infraestructura o tecnología.
Por eso, para el estudio se hizo un relevamiento de porotos y semillas de la zona, los cuales serán sometidos a estudios químicos, biológicos y económicos que indiquen el nivel máximo posible de incorporación en las raciones sin afectar valores de rendimiento de productividad.
Poroto Caupí. Hasta el momento se han realizado ensayos con el poroto %u201CCaupí%u201D, semilla de Algarrobo y el poroto %u201CMucuna%u201D que demuestran viabilidad para ser incorporado como alimento balanceado aunque también están previstos realizar estudios con otras semillas y porotos de la zona, según explicó a la Revista CyT el doctor Fernando Revidatti, director del proyecto.
El poroto Mucuna se usa como abono de la tierra y tiene una alta productividad por hectárea en la región. Se mezcló dicho poroto con maíz y otras semillas y se logró un alimento balanceado con igual valor proteico que los alimentos convencionales.
Pero el consumo por animal con este preparado fue bajo, debido a los altos contenidos de tanino que contiene la Mucuna y que la hace amarga y poco agradable al animal. Como solución para mejorar la palatabilidad del alimento, los investigadores están aplicando un procesamiento de los porotos de Mucuna en agua con cal al 2% para quitar el tanino y otros factores antinutricionales.
En tanto, el otro ensayo se hizo con poroto Caupí un poroto de fácil cultivo y con semilla de Algarrobo, que permitió comprobar que es posible utilizar niveles del 20% de poroto caupí y 5% de harina de algarrobo en reemplazo de harina de soja y maíz, sin afectar el rendimiento productivo de los pollos parrilleros. Si bien el Caupí es de consumo humano, para alimentar a aves se usarían los excedentes de las cosechas.
%u201CAunque el estudio está en sus instancias iniciales, los resultados son alentadores, pues además del Caupí, semilla de algarrobo y Mucuna, otras materias primas regionales serían útiles para la alimentación de las aves%u201D expresó Revidatti.
Los estudios realizados a la fecha buscan reemplazar el aporte proteico de la soja, pero se prevé también avanzar en investigaciones para reemplazar valores materias primas que aportan energía.
Pertinencia. Sobre la pertinencia de la investigación, Revidatti señaló que es abundante la bibliografía que trata sobre el reemplazo de las materias primas convencionales (maíz y soja) en alimentación avícola pero los mismos se centran en aspectos del cultivo o en la calidad y variabilidad de la oferta nutricional existente, existiendo muy pocos estudios que exponen resultados de los efectos de estos alimentos en indicadores productivos y biológicos de los pollos.
Sostuvo que para elegir alternativas forrajeras deben tenerse en cuenta diversos factores como situaciones específicas de mercado, sobreoferta estacional del producto, tradiciones que operan en la zona y ausencia de otras alternativas entre otras variables que la hacen viables, poco viables o inviables.
La alimentación representa entre un 65 a 70% del costo total de la producción avícola, de ahí la necesidad de revisar y analizar continuamente las materias primas empleadas en la formulación de alimentos concentrados para aves.
Agregó que las dietas elaboradas con recursos forrajeros locales se adaptan en un sentido amplio a los objetivos productivos de pequeños y medianos productores, ya que ellos mismos pueden prepararlo y utilizarlo en sus producciones avícolas.
En este sentido, indicó que existe una amplia disponibilidad de recursos forrajeros en la Región NEA que eventualmente no llegan a ser consumidos por las personas y pueden incluirse como materia prima que reemplace total o parcialmente el aporte de energía o de proteína de la ración.
Los ensayos se llevaron a cabo en la Facultad de Veterinarias de Corrientes, Argentina, en un galpón cerrado con techo de cinc, paredes de mampostería, ventanas laterales, cielorraso de material aislante y piso de cemento alisado, especialmente acondicionado para el estudio.
Fuente: http://www.diariolarepublica.com.ar/notix/noticia.php?i=169708
