En la composición de los alimentos balanceados con gran frecuencia utilizan harinas de oleaginosas; las cuales contienen nutrientes que permiten el
crecimiento fúngico, solo se requiere que se tengan las condiciones de temperatura y humedad, para que estos microorganismos se desarrollen.
Para controlar dicho crecimiento fúngico se emplean productos denominados inhibidores de hongos, los cuales ofrecen dos beneficios para la protección de
alimento.
Fungicida.
El cual disminuirá la flora fúngica presente en el alimento, reduciéndola en un cierto porcentaje, la cual estará en función del conteo inicial presente.
Dentro de los ingredientes que ofrece este efecto se encuentran: ácido propiónico, fórmico y acético, de los cuales el propiónico tiene un mayor efecto sobre la flora fúngica.
Todos estos compuestos tienen la peculiaridad que presentan un alto grado de volatilidad y su efecto se concentra en el primer contacto con el alimento por lo que tienen un muy bajo efecto residual cuando se trata de un alimento en harina y nulo cuando se habla de un alimento peletizado o extruido, pues las temperaturas de estos aceleran su volatización.
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