La venta de sustitutos de carne y lácteos en los supermercados holandeses se ha duplicado a casi doscientos millones de euros desde 2017. Sin embargo, seguirá siendo un nicho de mercado en los próximos años. Rabobank asegura esto en un estudio sobre el mercado de proteínas alternativas.
Rabobank redactó el informe en respuesta a la atención que se está prestando a los sustitutos de la carne y los lácteos. Por ejemplo, investigó el impacto en la agricultura e hizo un análisis de expectativas sobre cómo se desarrollará el mercado en los próximos años. Para la entidad, aunque la atención de los medios por los sustitutos sugiere lo contrario, según Rabobank, la cuota de mercado de los sustitutos de la carne y los lácteos es pequeña.
La cuota de mercado de los sustitutos de la carne en los Países Bajos fue del 2,5 por ciento el año pasado. El promedio en Europa es actualmente del 0,5%. A pesar de la baja cuota de mercado, las ventas en los supermercados se han duplicado hasta los 200 millones de euros desde 2017 en Países Bajos y según el banco es uno de los países pioneros en lo que respecta a alternativas a las proteínas animales. Bélgica, España, Suecia y el Reino Unido también puntúan por encima de la media. En la mayoría de los países europeos, sin embargo, la cuota de mercado sigue siendo limitada. El año pasado, ayudados ligeramente por el coronavirus, Alemania y Austria, por ejemplo, mostraron un crecimiento de los ingresos por encima de la media.
En cuanto a la demanda, se espera que en 2035 se haya multiplicado por 8 la demanda alcanzando las 1,7 millones de t en quince años. El crecimiento esperado del mercado no se debe a un factor específico. Los consumidores están preocupados, por ejemplo, por las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación o el bienestar de los animales en la ganadería. “No importa si eso es correcto o incorrecto: es la forma de pensar lo que guía el comportamiento del consumidor”, dice el estudio.
El rápido crecimiento del número de personas que renuncian deliberadamente a la carne de animales o el pescado unos días a la semana (flexitarianos) aumentará la demanda de sustitutos de la carne. Además, los consumidores sienten curiosidad por los nuevos sabores y la demanda de productos fáciles de preparar sigue creciendo, cree el banco.
Por otro lado, la mayor demanda de legumbres, oleaginosas, avena y cereales como materias primas para las alternativas proteicas solo cubre parte de la pérdida de ventas en piensos para el ganado.
La caída de la demanda de piensos, productos lácteos y cárnicos en el escenario del 25 por ciento tendrá un impacto negativo en la economía rural en Europa. Algunos productores de granos y semillas oleaginosas tienen que buscar nuevos cultivos o un nuevo modelo de negocio.
Según Rabobank, este es también el dilema para los gobiernos nacionales y europeos; que pueden contribuir a los objetivos climáticos y poblaciones más saludables pero también pueden crear el malestar social y social necesario a nivel local.