En los últimos años, los avances en avicultura, en la producción de pollo de engorda y de huevos, han ido cada vez más enfocados a instaurar dos conceptos nuevos por los que se empiezan a preocupar tanto el consumidor como a administraciones: Bioseguridad y bienestar animal
La ganadería es el primer eslabón de la cadena en la producción de alimentos de origen animal. Durante muchos años, los avances en el sector se han enfocado a la mejora de las estirpes de los animales de producción mediante:
- Selección genética
- Optimización de los piensos
- Desarrollo de nuevas instalaciones maquinarias y estructuras
Todos estos avances han ido orientados a optimizar los índices productivos para obtener productos a precios más competitivos y de esta manera poder satisfacer la demanda cada vez mayor por parte de la población.
Como profesionales de la avicultura tenemos que entender que el destino final de nuestros productos es la industria alimentaria. Debemos velar tanto por el volumen de la producción, como por la calidad y la seguridad alimentaria de nuestros productos.
Un manejo adecuado en nuestras granjas debe extremar la bioseguridad y respetar el bienestar animal.
Una mejora en los parámetros de bienestar y de las medidas de bioseguridad durante la vida productiva del animal. Mejora en los rendimientos de las partidas como en la calidad del producto final y de la seguridad alimentaria. El control del bienestar animal debe de empezar antes de que lleguen los pollitos.
Definición de bienestar animal. El bienestar animal es un concepto difícil de definir, pero lo podemos entender cómo ese estado de “armonía” del animal con el medio en el que se encuentra, en el cual tiene todas sus necesidades específicas cubiertas, posee un buen estado de salud física y lleva a cabo su producción en ausencia de estrés.
Fuente: Avicultura