Un estudio indica que las gallinas ponedoras prefieren el aire fresco al aire con amoniaco y se comportan de manera diferente en mezclas de amoniaco/aire artificial y natural, posiblemente debido a la presencia de estímulos familiares en el aire natural.
Las gallinas ponedoras están expuestas de forma crónica a altos niveles de amoniaco (NH3), uno de los contaminantes aéreos más abundantes en las granjas avícolas. Las pruebas de aversión al NH3 en las gallinas ponedoras han utilizado mezclas artificiales de NH3/aire (es decir, de un cilindro de gas) que muestran que las aves prefieren aire fresco a aire con NH3. Sin embargo, las mezclas de NH3/aire de origen artificial pueden no reflejar con precisión las condiciones del aire del granero, donde el estiércol emite una variedad de gases.
Una investigación holandesa estudio si las gallinas ponedoras diferenciaban entre las mezclas de NH3/aire de origen artificial y natural y cómo la exposición a NH3 afectaba al comportamiento de forrajeo y aversivo.
Los resultados de la investigación mostraron que las gallinas ponedoras gastan menos tiempo en forrajeo y son más lentas al empezar a buscar forraje en ambientes con amoniaco que con aire fresco. Del mismo modo, las gallinas tenían más probabilidades de alimentarse durante más tiempo y con menos interrupciones en ambientes con mezclas de gases de origen natural (por ejemplo, excrementos de gallinas ponedoras) que cuando se expusieron artificialmente al amoniaco.
Aves expuestas a amoniaco artificial y natural
Un total de 20 gallinas ponedoras fueron expuestas a una fuente artificial de amoniaco (A) procedente de un cilindro y a una fuente de origen natural (N) de mezclas de gases de excrementos de gallina ponedoras. Las gallinas fueron expuestas a mezclas de A y N con concentraciones de amoniaco de 25 y 45 ppm, así como aire fresco.
Durante el experimento, todas las aves fueron expuestas a cada tratamiento tres veces utilizando una cámara de policarbonato de construcción personalizada, que contenía un área de alimentación con pasas, gusanos de harina y mezcla de alimento y un sistema de suministro de gas. Todas las sesiones de prueba se registraron y analizaron.
Los resultados sugieren que las gallinas prefieren el aire fresco al amoniaco
Los resultados mostraron que las gallinas ponedoras pasaban menos tiempo forrajeando en general (P
Fuente: AgroMeat