El coste de la energía, a 2 céntimos por pollo

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La pregunta, dirigida a los criadores de pollos, es la siguiente: ¿podemos realizar la crianza con un coste de energía de tan solo 2 céntimos de euro por pollo?. Hecha así de sopetón, la pregunta puede sorprender, pero es que resulta %u201Cla madre del cordero%u201D ya que no en vano los costes de la energía, por calefacción y electricidad conjuntamente representan alrededor del 50 % del total de los que van a cargo de los criadores de pollos operando en régimen de integración. Por tanto, cualquier ahorro que se pueda conseguir en este sentido será bienvenido pues repercutirá directamente en la economía del criador. Pero no nos adelantemos y veamos antes que nada en que condiciones alguien consigue este resultado.

Situándonos en el lugar, la granja en cuestión es la de Blas Alvarez, un criador ya experimentado por llevar 8 años en el negocio de la cría de broilers, integrado actualmente en el grupo SADA y con la granja montada por ICEXGA.

El lugar de la granja, Puebla de Guzmán, una pequeña población – unos 3.000 habitantes – de la provincia de Huelva, a unos 50 km al NW de la capital y cerca de la frontera portuguesa, a unos 200 m de altitud en las estribaciones de la sierra de Aracena. El clima, por tanto, podría calificarse casi de marítimo-continental, con mínimas diarias en enero algo por debajo de 0º C y máximas diarias en julio de unos 33 ºC – aunque en alguna ola de calor se haya llegado a pasar de los 40 ºC – un detalle importante para quienes quieran sacar conclusiones sobre lo indicado en relación con el coste de la energía.

En cuanto a la nueva nave, se trata de una edificación de 125 x 17 m y al igual que prácticamente todas las que se montan hoy en día para broilers, de ambiente controlado, es decir, ventilación forzada por depresión, de tipo longitudinal. Una dependencia técnica, de 5 x 5 m, completa la instalación para poder ubicar en ella el cuadro eléctrico, el equipo para el suministro y tratamiento de agua de bebida, el ordenador de control, un pequeño servicio, etc.

Con una capacidad autorizada hasta para 36.000 pollos, ello significa una densidad de población de 17 pollos/m2, una cifra moderada si no fuese por el elevado peso final con el que los retira al final, como luego veremos.

La construcción tiene una altura de 2,80 m en los aleros y 4,50 en la cúspide de la cubierta, tratándose de una estructura totalmente diáfana. La misma está formada por pilares, vigas y correas de acero galvanizado, quedando estas últimas a la vista pero sin interferir en la ventilación.

El cerramiento de las fachadas se ha realizado con paneles sándwich, con 50 mm de poliuretano, lo cual proporciona un aislamiento perfecto, una clave importante en relación con lo indicado sobre el coste de la energía. Claro que ello viene complementado con un ajuste y sellado perfecto de todas las uniones, algo básico para evitarlos llamados %u201Cpuentes térmicos%u201D que son verdaderas vías de escapada del calor generado dentro del edificio.

Para completar la descripción de la nave, un detalle curioso: por decisión de Blas, la nave no cuenta con el clásico portón final de grandes dimensiones, que habitualmente se emplea para la carga de los pollos sino que, aparte del delantero, este se encuentra en el centro de la nave, digamos a unos 60 m de cada uno de sus extremos.

Fuente: Avicultura.com