A pesar de ser un riesgo en cualquier etapa del desarrollo, las micotoxinas pueden ser particularmente devastadoras para los pollitos en la primera semana de edad, a menos que se implemente una gestión de riesgos adecuada.
Las micotoxinas son un problema universalmente reconocido en la industria de la cría. Las medidas preventivas son posibles, pero no hay forma de garantizar con absoluta certeza que no entren en el proceso agrícola. Aún así, los brotes agudos de micotoxicosis (enfermedades causadas por la inhalación de esporas de toxinas, la ingestión o el contacto con la piel, que varían en severidad) son raros. A pesar de esto, los usuarios deben estar en guardia; Las micotoxinas son difíciles de detectar en la primera semana de las aves de corral, lo que resulta en un golpe potencialmente enorme para la productividad.
Por qué la semana uno de los polluelos está particularmente en riesgo
Los pollitos en la primera semana se encuentran en una etapa crucial con problemas aparentemente menores que tienen el potencial de determinar sus perspectivas de salud tanto a corto como a largo plazo. El desarrollo de un sistema inmune activo es la base central de la vida de un ave sana, y es exactamente lo que está en riesgo por la exposición temprana a micotoxinas. La interferencia en esta etapa, incluso si es de bajo nivel, puede tener resultados desastrosos en una etapa posterior. Las dosis bajas de micotoxinas pueden combinarse con factores estresantes ambientales, incluso si están fuera del control del usuario. Esta combinación puede provocar pérdidas invisibles, con efectos subclínicos que incluyen:
- Interrupción de la salud intestinal
- Mayor susceptibilidad a la enfermedad
- Problemas inmunes más serios en la vida posterior
- Otras pérdidas para el rendimiento económico
Fuente: Biomin