Pensarías que vacunar a las aves de corral contra la influenza aviar sería algo bueno, dado que el último gran brote de EE. UU. En 2014-2015 le costó directamente al gobierno federal y a los productores $ 3.300 millones y el costo general de la economía de EE. UU. Ya pasó todo el tiempo.
Sin embargo, depender de las vacunas para prevenir o controlar los brotes de IA en este país es un tema muy complicado, explica David Suárez, líder de investigación de la Unidad de Investigación de Enfermedades Víricas Aves exóticas y emergentes del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en Athens, Georgia, parte del Centro Nacional de Investigación Avícola de los EE. UU. Allí, ARS lleva a cabo trabajo en IA, incluida la evaluación de vacunas existentes, especialmente contra nuevas cepas, y el desarrollo de mejores métodos de producción de vacunas y mejores formas de administrarlos.
Para que una vacuna de IA funcione bien, tiene que coincidir con la cepa específica del virus que causa el brote, y puede haber solo una protección cruzada limitada entre las cepas, explica Suárez.