Los datos siempre han estado en las granjas. Lo único que debe hacer es recopilarlo y saber cómo usarlo.
La semana pasada, durante la feria VIV Europe en Utrecht, Holanda, hubo muchas novedades en el campo de la producción avícola. Esta es una de las razones por las que vale la pena asistir a estos eventos europeos.
Hubo varias cosas, pero tal vez una de las que me llamó la atención fue la bioestadística y el big data en la producción avícola. Hubo, especialmente en el área de novedades, varias empresas dedicadas a supervisar granjas y software para gestionar los datos que se derivan de ellas. ¿Con qué propósito? Recolecta información, organízala y encuentra patrones repetitivos que nos ayudan a decidir. Y todo con el uso del celular ubicuo.
En mi blog anterior, hablé sobre robótica y nanotecnología en la producción avícola. Esto es serio: la producción avícola está cambiando, aunque es posible que no la veamos. Va a parecer un poco tosco lo que voy a decir, porque seguramente muchas compañías avícolas latinoamericanas ya están trabajando con las nuevas tecnologías, pero tal vez es hora de salir del aumento de peso y la conversión de alimentos como las únicas variables en la decisión -proceso de fabricación.
La gestión de datos debe darnos valor: tenemos que recopilar los números correctos y entenderlos muy bien en relación con los procesos que representan, para que puedan ayudarnos a predecir. Deben cubrir el rango y la variabilidad de lo que nos interesa. Y esto no debería ser semanal; debe ser constante. Los datos y las predicciones no son nada nuevo en las aves de corral. Hace unos 25 años trabajé con el modelo de crecimiento IGM en Novus y luego pudimos ver la gran cantidad de datos que se pueden obtener para las compañías avícolas en las granjas avícolas.
Una cosa que también me quedó clara es que, además de contar con veterinarios, nutricionistas, científicos de animales, químicos y otros profesionales, vamos a necesitar incorporar expertos en datos (más allá del departamento clásico de TI), para interactuar con todos los antiguos unos, que son los que entienden los procesos.