La introducción de un modo nuevo de hacer las cosas en cualquier actividad humana, afecta a todos los protagonistas de ese círculo o sector, quieran o no y los obliga a ser creativos y tratar de modificar la forma de vivir.
La Red Midia
La industria de los huevos es activa. La reunión de negocios de la Comisión Internacional de Huevo (IEC) en Monte Carlo, Mónaco acaba de terminar esta semana. Uno de los temas recurrentes que obtuve de conversaciones con personas y presentaciones fue la necesidad de evolucionar en la industria de los huevos.
La necesidad de evolucionar está en el título de este blog. Cuando Uber entró en el mercado, afectó a los usuarios y taxistas. Este último solía tener un mercado cautivo y básicamente tenía el mismo servicio en todo el mundo. No innovaron. Y el mercado cambió.
Los profesores David Hughes y Charles Spence, en presentaciones separadas en la reunión de IEC hablaron sobre la comercialización de huevos. Había muchos aspectos importantes, como la forma no evocadora en la que los huevos se muestran en los supermercados: con cero atractivo para el consumidor.
Pero otro aspecto importante fue la competencia que ya existe en Europa, con la megatendencia de otros alimentos proteínicos y el impacto en la industria de los huevos.
Existe un gran interés en las proteínas vegetales. No porque la gente quiere ir vegetariano, sino porque quieren opciones en sus dietas. No sólo las proteínas que imitan la carne, sino también legumbres como las lentejas de estilo oriental.
También se mencionó el pan de alta proteína, o granos como la quinua o el amaranto, y toda la cadena de ‘granos antiguos’ (que, por cierto, siempre hemos comido en América Latina). Por lo tanto, si los consumidores quieren comer más proteínas, no necesitan comer más carne u huevos. ¿¡Qué!?
Ya tenemos el ejemplo de los productos lácteos. Hace unos treinta años, más o menos, sólo se encontraron leche fresca y una o dos marcas de yogur en supermercados en muchas partes del mundo. Hoy en día, hay una gran variedad de leches, yogures, quesos y otros productos lácteos. La industria láctea evolucionó con un valor añadido, aunque los sustitutos se están arrastrando, como la leche de almendra o de soja.
El huevo ofrecido a los consumidores apenas ha cambiado. Entonces, ¿vamos a enfrentar la ‘uberización’ del mercado de los huevos? Supongo que no debemos esperar para tener el problema encima de nosotros para hacer algo al respecto. ¿Qué piensas?
Fuente: WATTAgNet
