Mantener una buena calidad de la cáscara es importante para maximizar la producción de los pollitos de broiler por parte de las reproductoras, ya que la calidad y la incubabilidad van de la mano. Una cáscara delgada favorece la pérdida de vapor de agua durante la incubación, dando lugar a una mayor mortalidad embrionaria tardía y a pollitos deshidratados.
Además, las cáscaras delgadas se agrietan con mayor facilidad durante su recolección y transporte, favoreciendo la contaminación y las pérdidas de humedad, lo que se traduce en menos nacimientos y mayores pérdidas de pollitos. Los principales factores que influyen en la calidad de la cáscara son:
Conocer la calidad de la cáscara de los huevos de un lote permite mejorar su manejo, realizando cambios en las prácticas de manejo para mejorar las cáscaras de mala calidad y, en consecuencia, la incubabilidad y calidad del pollito.
Entre las distintas medidas de la calidad de la cáscara disponibles, la gravedad específica del huevo es el método más sencillo y ampliamente empleado. La gravedad específica se utiliza para medir el grosor de la cáscara e, indirectamente, el porcentaje de cáscara depositado sobre el huevo. Existen dos métodos para determinar la gravedad específica del huevo. https://www.agromeat.com/270309/la-calidad-de-la-cascara-y-la-incubabilidad-del-huevo-van-de-la-mano