La capacidad productiva de las gallinas ponedoras comerciales es extraordinaria. Cada año producen un mayor número de huevos con una mejor eficiencia alimenticia. Este incremento productivo es debido a la combinación de varios factores: una genética altamente seleccionada, avances en la nutrición, una mejora de las instalaciones y el manejo, y a la aplicación de un buen programa sanitario con un completo programa de vacunación.
El diseño de un programa de vacunación en gallinas ponedoras es uno de las decisiones más importantes de cara a salvaguardar y mejorar los resultados zootécnicos, sanitarios y económicos de una empresa. Pero, ¿son necesarias tantas vacunas a las pollitas futuras ponedoras?
¿POR QUÉ SON NECESARIAS TANTAS VACUNAS?
No hay ninguna duda que “Prevenir es mejor que curar”. La prevención es la clave para controlar las enfermedades zoonóticas como la salmonelosis, las neoplásicas como la de Marek, las inmunodepresoras como la de Gumboro y muchas enfermedades del aparato respiratorio como la micoplasmosis o la bronquitis infecciosa que son predisponentes de procesos septicémicos bacterianos como la colibacilosis. La prohibición del uso de antibióticos para luchar contra la Salmonella, las estrictas restricciones de uso de antibióticos durante el periodo de producción de huevos y la aparición de cepas de E. coli multirresistentes que no responden a los tratamientos con antibióticos fuerza a los productores de huevos a aplicar todas las medidas disponibles para la prevención.
La organización de las empresas productoras de huevos en granjas multiedad, para tener una producción constante a lo largo del año y rentabilizar al máximo las inversiones en instalaciones y maquinaria, condiciona de forma negativa el control sanitario y las medidas de bioseguridad. En los núcleos avícolas multiedad, donde no es posible realizar un vacío sanitario y una eficaz limpieza y desinfección, frecuentemente habitan aves portadoras asintomáticas de diferentes enfermedades y agentes zoonóticos. Entre ellas podemos destacar la micoplasmosis y la salmonelosis como las más prevalentes, pero otras enfermedades como la bronquitis infecciosa, la enfermedad de Newcastle, el síndrome de caída de puesta, la laringotraqueítis, la encefalomielitis y la viruela, entre otras, pueden tener una gran repercusión perjudicando la producción y la calidad de los huevos. Por otro lado, en
las granjas de gallinas camperas o cría en el suelo, las vacunas contra la coccidiosis tienen un papel relevante. https://www.agromeat.com/276385/por-que-son-necesarias-tantas-vacunas-a-las-gallinas-ponedoras