Para conseguir un estado vital perfecto es imprescindible mantener una integridad intestinal adecuada que nos asegure el poder lograr nuestra premisa. Hay una premisa en el mundo avícola actual que establece que el éxito en el negocio se debe a: salud del intestino. La integridad intestinal es el mejor promotor de crecimiento que podemos utilizar para conseguir nuestros objetivos, pero para llegar a ella se debe trabajar por distintas vías y de maneras muy diferentes, pues ahora no hay un producto único que sea el asegurador de esa salud intestinal necesaria.
Características del intestino
El intestino es el órgano más sorprendente, pues puede digerir el alimento que recibe pero no se digiere a sí mismo y es capaz de absorber la mayoría de sus nutrientes. En su interior se encuentran más de 650 especies de bacterias diferentes y 20 hormonas distintas. La superficie del intestino está expuesta al contacto con múltiples cantidades de materias extrañas que la hacen estar en permanente estado de reactividad y de leve inflamación.
La importancia del tracto gastrointestinal
La importancia del tracto gastrointestinal se empieza a vislumbrar desde el período de incubación del ave. El peso del intestino delgado del embrión aumenta progresivamente mucho más que el peso del cuerpo, llegando a ser durante los últimos tres días de incubación aún mayor ésta proporción. Después del nacimiento, el intestino delgado continua el crecimiento a mayor velocidad que lo hacen otros órganos.
Es fundamental hacer un buen arranque con las aves nada más llegar a la granja, pues se ha demostrado que el acceso temprano al alimento estimula el crecimiento y el desarrollo del tracto intestinal, además de facilitar la ingesta de yema del vitelo y de estimular de forma vital el desarrollo del sistema inmune con una más rápida formación de los tejidos linfoides asociados al intestino –Bolsa Fabricio, tonsilas cecales o placas de Peyer–, lo que le hace ser el órgano más importante vinculado al sistema inmune.