La visión de las normas de la OIE de Bienestar Animal

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La OIE (La Organización Mundial de Sanidad Animal) tiene una visión del Bienestar Animal que viene definido por la siguiente frase: %u201CUn mundo en el que el bienestar de los animales se respete, promueva y avance, de manera que complemente la búsqueda de la sanidad animal, el bienestar humano, el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad del medio ambiente%u201D.

Para ello se sustenta en cuatro pilares:

  • Desarrollo de normas internacionales de bienestar animal.
  • Refuerzo de competencias y educación de los servicios veterinarios.
  • Comunicación con los gobiernos, las organizaciones nacionales e internacionales y el público en general para mejorar el conocimiento del bienestar animal.
  • Implementación progresiva de las normas de bienestar animal de la OIE y de sus políticas correspondientes.

Se entiende que es preciso garantizar que el bienestar de los animales sea una responsabilidad compartida entre las numerosas partes interesadas. La OIE considera que el reconocimiento mutuo y el compromiso constructivo entre las partes son necesarios para lograr mejoras a largo plazo en materia de bienestar animal.

Por esta razón, la OIE solicita a los Países Miembros que apoyen el desarrollo de programas nacionales de sensibilización y formación en torno al tema del bienestar animal entre diversos colectivos: ganaderos, mano de obra directa o indirectamente implicada, líderes religiosos y comunitarios y otros grupos, tales como alumnos de los colegios.

Como se puede constatar, en ningún momento la OIE habla de bienestar animal zootécnico. De lo que si habla es acerca de las normas de bienestar animal en los sistemas de producción de cerdos y del sacrificio y matanza de reptiles criados por sus pieles y por su carne.

A lo que sí hace referencia la OIE, afortunadamente, es a que sus normas de bienestar animal seguirán desarrollándose en base a las aportaciones de los expertos internacionales, fundamentándose en la investigación científica pertinente y tomando en cuenta las consideraciones correspondientes de carácter ético, así como la experiencia práctica.

Fuente: Asociación Latinoamericana de Avicultura