ACTINOMICOSIS Y ACTINOBACILOSIS

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La actinomicosis y la actinobacilosis son enfermedades distintas causadas por microorganismos relacionados. Se caracterizan por la producción de lesiones granulomatosas supurativas.

La actinomicosis también o “quijada aterronada” se aprecia en todo el mundo. Es común en los bovinos en el medio oeste de los Estados Unidos de América.

La actinobacilosis también es una enfermedad mundial; se le ha diagnosticado, sin embargo, en raras ocasiones en el medio oeste de los E.U.A.

ACTINOMICOSIS.

SINONIMIA.

  • Quijada aterronada.
  • Quijada hinchada.
  • Mandíbula de caucho.

ETIOLOGÍA.

Actinomyces bovino.

Es una bacteria alargada, gram positiva, de crecimiento preferentemente anaerobio. Tiene a formar filamentos ramificados en los tejidos del huésped.

Son caltalasa-negatinvo y no acidorresistente. Crece en anaerobios en una atmósfera con el 5% de bióxido de carbono, a los 4-6 días de incubación a 37 °C, en medios nutrivos ricos (agar- sangre).

Las colonias son pequeñas y lisas. Ocasionalmente también se aisló de las lesiones actinomicóticas actinomyces Israeli o actinobacillus lignieresii; además de estos gérmenes también se aislaron, actinomyces pyogenes, staphylococcus, aureus y micrococos a los que se le atribuyen efectos sinérgicos.

Actinomyces bovis: es un habitante normal del tracto digestivo del bovino. Evidentemente el agente llega a los tejidos profundos a través de heridas/ lesiones de la mucosa bucal y/o periostio alveolar (durante el recambio de los dientes) y luego por vía linfática o hemática es trasladado a la esponja de huesos vecinos.

También puede ser causado por lesiones de la cavidad oral por las astillas de la madera o a través de una picadura por los bordes sin pulir de la madera en los tablones laterales.

SIGNOS CLÍNICOS.

La infección procede de la mandíbula o del maxilar, como regla la actinomycosis coloniza el cuerpo de la mandíbula. Aquí se encuentra una deformación dura, indolora, que aumenta paulatinamente de tamaño, sobre la cual la piel al principio aún es desplesplazable.

Con lisis progresiva de la cortical también se ve afectada la piel.

Se producen orificios alrededor de los cuales se desarrolla el típico granuloma fungiforme, rojo oscuro y que evacua pus espeso, cremoso, que rara vez también contiene espículas de hueso.

Esto causan dolor y alteran la masticación del paciente; su ingestión se ve limitada y pierde peso.

Incluso en los casos precoses, se puede observar salivación.

Cuando se examinan la boca, en los casos graves habrá desviación de los dientes anclados en el hueso afectado, en casos graves debido a la desviación, al cierre defectuoso o la caída de los dientes. Intentos torpes para masticar, y la caída del alimento de la boca.

Puede ser evidente desgarro de la mucosa oral o de la lengua.

Los trayectos de drenaje dan salida a cantidades abundantes de pus serosa o mucopurulenta que debe ser considerado infección para otras vacas.

El proceso actinomicótico pude causar estenosis nasal y con ello dificultad respiratoria.

Los huesos que más afecta la actinomicosis son: mandíbula, el maxilar y los huesos palatinos y de los cornetes.

El maxilar y la mandíbula, es afectada a nivel de tercero y cuarto molar.

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Fuente: Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios