La ganadería a menudo se descarta como irremediablemente ineficiente y contaminante. Pero eso fue antes de que alguien pensara en considerar una manada de ganado como un grupo diverso de animales.
Las implicaciones de la ganadería en el cambio climático no deberían extraerse de las estadísticas agregadas, revela un estudio basado en un nuevo método de huella de carbono para sistemas de producción ganadera basados en pasturas que pueden evaluar los impactos de los animales individuales.
El nuevo método, desarrollado por un equipo de la Universidad de Bristol y Rothamsted Research, registra el impacto ambiental de cada animal por separado antes de calcular la carga total de una granja.
Los métodos existentes de huella de carbono están diseñados principalmente para cuantificar las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) de una granja en particular y, por lo tanto, no pueden proporcionar información sobre el comportamiento ambiental de animales específicos.
La capacidad de identificar el ganado ‘verde’ dentro de una manada, ganado que produce menores emisiones por kilogramo de ganancia de peso vivo, promete una agricultura más sostenible, informan en el estudio publicado hoy en el Journal of Cleaner Production.
Fuente: The Cattle Site