Exámenes confirmaron que el silaje de maíz húmedo contaminado con toxinas del botulismo mató a 1.100 cabezas de ganado en el Estado de Mato Grosso do Sul.
Los animales murieron en la granja Mónica Cristina en Ribas del Río Pardo, por intoxicación por toxina botulínica. Las pruebas de las muestras del silaje de maíz húmedo suministrado a los animales demostraron la presencia de las toxinas botulínicas tipo C y D.
Los resultados de los exámenes divulgados el pasado viernes por la Agencia Estatal de Defensa Sanitaria Animal y Vegetal de Mato Grosso do Sul (Iagro) y la Superintendencia Federal de Agricultura en el estado (SFA / MS), confirmaron la sospecha de que el botulismo fue la causa de la muerte de 1.100 cabezas de ganado entre los días 2 y 4 de agosto en la hacienda Mónica Cristina, en el municipio de Ribas do Rio Pardo, a unos 45 kilómetros de Campo Grande, Estado de Mato Grosso do Sul.
Según los exámenes de las muestras del silaje de maíz húmedo que se suministra a los animales demostraron la presencia de las toxinas botulínicas tipo C y D, lo que confirmó la sospecha inicial del sector de Patología Veterinaria de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul. La nota apunta que la presencia de estas toxinas en el alimento de los animales, sumada a la investigación clínico-epidemiológica realizada en la propiedad rural, “permite la conclusión del caso con el diagnóstico de botulismo”.
Los organismos subrayaron que el botulismo no es una enfermedad infecto-contagiosa, sino una intoxicación alimentaria. “Clostridium botulinum, bacteria productora de la toxina, está normalmente presente en el ambiente y depende de condiciones favorables para su desarrollo, tales como materia orgánica, alta humedad y anaerobiosis, lo que puede evitarse con buenas prácticas y cuidados en la formulación, conservación y almacenamiento De los alimentos a ser suministrados a los animales “, destaca el texto.
El director-presidente de Iagro, Luciano Chiochetta, dijo que las muertes comenzaron a ocurrir el pasado miércoles (2 de agosto) y el viernes (4 de agosto) y que el propietario comunicó al organismo, que envió un equipo hasta el lugar. Chiochetta destacó que desde el inicio de la investigación sobre las muertes la sospechosa era de intoxicación por toxina botulínica, debido a los síntomas que los animales presentaban cuando estaban muriendo como: andar tambaleante y parálisis de los miembros posteriores y después de los inferiores hasta que quedaban tumbados en el suelo. Después el cuadro se agravaba con la parálisis total y paro cardiorrespiratorio.
Los animales muertos fueron enterrados en zanjas de 4 metros abiertas en un área elevada de la propia propiedad. En la zona existe el tercer mayor rebaño bovino entre los municipios del país, con 1.101.726 cabezas. Cabe destacar que Mato Grosso do Sul está en el cuarto lugar en cantidad de ganado entre los estados brasileños.
El propietario Persio Ailton Tosi divulgó al final el martes una nota en la que apunta que todos los animales de la propiedad, especialmente los del confinamiento ya habían sido vacunados, atendiendo en obediencia a lo que recomienda el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) Y que tan pronto como comenzaron a ocurrir las muertes de animales, fue accionada a UFMS e Iagro y que todas las providencias pertinentes fueron tomadas, siendo un caso aislado, que no demanda una preocupación con enfermedad desconocida o epidemia.
El criador destacó además que la empresa trabaja desde hace 42 años en la actividad pecuaria y que posee cinco granjas, asistidas por tres médicos veterinarios, responsables de la nutrición y reproducción de todo rebaño. También resaltó que tan pronto como las muertes de los animales comenzaron a ocurrir que fueron solicitados investigadores de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul, que recogieron muestras de materiales para la identificación de las causas de la ocurrencia.
Fuente: Agromeat