Compatibilizan la vacuna contra la tuberculosis con los test de detección

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Un grupo de científicos ha creado por primera vez una vacuna compatible con test cutáneos de tuberculina permitiendo diferenciar animales infectados y vacunados. Los científicos de la Universidad de Surrey (Reino Unido) han desarrollado una nueva vacuna y una prueba cutánea complementaria para proteger al ganado contra la tuberculosis bovina (TB). En su estudio, los investigadores revelan que por primera vez han creado una vacuna compatible con una nueva forma de prueba cutánea de tuberculina o intradermotuberculinización, la prueba de rutina utilizada para la vigilancia de la tuberculosis en ganado bovino en España y otros países europeos.

La tuberculosis bovina es una enfermedad infecciosa en el ganado que afecta a sus pulmones y los animales que dan positivo a la enfermedad son sacrificados.

La vacuna BCG, que actualmente se usa para proteger a los humanos contra la tuberculosis y también se puede utilizar en el ganado bovino, es incompatible con la intradermotuberculinización, pues los antígenos contenidos en el derivado proteico purificado (PPD) interfieren en los resultados.

Y es que el ganado vacunado con la vacuna BCG, que contiene una cepa inofensiva del patógeno de la tuberculosis bovina Mycobacterium bovis, hace que los animales analizados resulten positivos a tuberculosis, lo que hace imposible distinguir, con la prueba cutánea, si el animal tiene TB o simplemente ha sido vacunado. Por lo tanto, la vacunación de vacas con BCG está prohibida en la mayoría de los países del mundo, lo que permite a los veterinarios continuar usando la prueba cutánea PPD para diagnosticar la enfermedad en el ganado. En el caso de España, la vacunación está contemplada como “no aplicable” en los planes de erradicación de tuberculosis en ganado.

EL MÉTODO

Durante el estudio, los investigadores buscaron una nueva cepa de vacuna BCG que careciera de algunas proteínas compartidas con el patógeno Mycobacterium bovis mediante la identificación de genes con antígenos que podrían eliminarse de BCG sin afectar a su capacidad para funcionar como vacuna viva. Para hacer esto, se inyectó un conjunto de cepas de BCG, que habían perdido un solo gen, en vacas y se midieron las tasas de supervivencia. Esto permitió al equipo identificar qué genes podían eliminarse sin comprometer la efectividad de la vacuna BCG.

Estos genes prescindibles que codifican antígenos se eliminaron del cromosoma BCG para formar una cepa ‘BCG-minus’. Los antígenos eliminados se usaron para desarrollar una nueva prueba cutánea a la que, a diferencia de la intradermotuberculinización, los animales vacunados con la cepa ‘BCG-minus’ no darán positivo.

La eficacia protectora de la nueva cepa se probó en cobayas. Se encontró que los conejillos de indias infectados con TB dieron positivo a la enfermedad usando la prueba de piel, mientras que los conejillos de indias vacunados con la cepa ‘BCG-minus’ no lo hicieron.

FALTA TESTARLA EN REBAÑOS. “Esto potencialmente permite a los ganaderos y a los veterinarios proteger a sus animales con la nueva vacuna BCG, mientras que se mantiene una prueba de diagnóstico que detectará la TB”, aseguran los investigadores. Johnjoe McFadden, profesor de Genética Molecular en la Universidad de Surrey, asegura que “para controlar la propagación de la tuberculosis bovina, la vacunación efectiva y el diagnóstico temprano preciso de la enfermedad son críticos”.

Por ello, McFadden apunta que esta nueva vacuna ayudará en la lucha contra esta enfermedad mortal que, según indica, infecta a más de 50 millones de bovinos en todo el mundo, “y es económicamente devastadora para los ganaderos”. “La próxima etapa de nuestro trabajo será demostrar que tanto la prueba de piel sintética como la vacuna ‘BCG-minus’ funcionan en rebaños de ganado. Si lo hacen, entonces será posible vacunar al ganado contra la tuberculosis pero conservando el valor de la prueba de piel para el diagnóstico”, finaliza McFadden.

Referencia: http://bit.ly/38JOVvq