Un trabajo de Cristóbal Rocha Jaime y Alejandro Córdova-Izquierdo, de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, nos explica las causas comunes de la retención de placenta en bovinos.
Clasifican sus autores las causas de este fenómeno en cuatros categorías: nutricionales, clínicas, internas y externas.
Para empezar, definen como retención placentaria si luego de 12 a 24 horas de haber expulsado el feto la hembra bovina, no ha expulsado la placenta.
Este fenómeno, que se presenta entre un 5% y un 10% de los partos, es de etiología multifactorial y es causante de una drástica disminución de la eficiencia reproductiva en hatos de carne y leche.
Causas nutricionales
Son las más comunes debido al poco valor nutricional de nuestros pastos y a la nula, poca o incorrecta suplementación de nuestras hembras.
Las deficiencias de minerales, vitaminas, energía así como la obesidad y la caquexia pueden derivar en retención placentaria y otros problemas de parto.
Deficiencias de minerales
La deficiencia de Calcio (Ca) es común cuando la suplementación fosfórica es muy alta o cuando las vacas de alta producción son suplementadas con harinas de cereales.
La deficiencia de Fósforo (P) en nuestro medio es mucho más común dada la resistencia de algunos ganaderos a dar sales mineralizadas.
Un signo claro de deficiencia de P es la pica (perversión del gusto).
La deficiencia de Magnesio (Mg) está relacionada más con desbalances de otros nutrientes que a carencias del elemento en la dieta.
Por ejemplo:
Dietas altas en P y bajas en Ca deprimen la absorción de Mg.
Dietas altas en Potasio (K) y en proteína también reducen el Mg.
El exceso de agua también incrementa la eliminación renal de Mg en orina.
Algunos forrajes tienen sustancias quelantes que precipitan el Mg y reducen su solubilidad.
La deficiencia de Selenio (Se) produce distrofia muscular la cual redunda en contracciones musculares débiles las cuales redundan en retención placentaria.
La deficiencia de Sodio (Na) causa perdida de peso que conlleva a partos distócicos y prematuros relacionados con la retención de placenta.
La deficiencia de Potasio (K) produce retardo en el crecimiento, enflaquecimiento y debilidad muscular afectando el mecanismo de expulsión placentaria.
Deficiencias de vitaminas
La deficiencia de vitamina A produce degeneración placentaria (y abortos) debido a que las células de revestimiento se queratinizan.
Estas células queratinizadas producen degeneración placentaria, aborto y retención. La deficiencia de vitamina E produce distrofia y debilidad muscular lo cual conlleva a problemas en la expulsión de las membranas y posterior retención placentaria.
Deficiencia de proteína y energía
La energía es el combustible de la actividad muscular. Vacas gestantes a las cuales se les suministra una dieta deficiente en energía tienen problemas musculares (disminución de la actividad) y por ende la fuerza de sus contracciones es insuficiente para lograr una correcta expulsión de las membranas.
Los principales signos de deficiencia de proteína son: ineficiencia en la conversión alimenticia, anemia, pérdida de peso, disminución de la producción láctea, síntesis de algunas enzimas y hormonas y debilidad muscular.
Estas tres últimas pueden ser las de mayor consideración en el caso de retención placentaria ya que la expulsión de la placenta depende de algunas enzimas esto aunado a la debilidad muscular lo cual es un serio problema en el parto y en la expulsión de las membranas fetales.
Fuente: AgroMeat