I. Generalidades
La alimentación en vacas de razas especializadas es considerada, con justificada razón, como el factor fundamental para el sostenimiento de la producción de leche y a su vez como el punto crítico para lograr rentabilidad, debido a que su costo representa entre el 50 y 60% del ingreso por venta de leche.
Actualmente, gracias a la aplicación de las técnicas biotecnológicas reproductivas, los productores han logrado mejoras sustanciales en la calidad genética de su ganado, que los ha obligado a realizar mejoras en la formulación de raciones alimenticias para que sus vacas puedan soportar altos rendimientos de leche. Sin embargo, estos avances vienen siendo opacados debido a que los animales muestran un preocupante descenso en el desempeño reproductivo, así como notorios incrementos de casos de problemas metabólicos y sanitarios, además del incremento continuo de los costos debido a las alzas de precios de los insumos alimenticios.
Estas razones han hecho que los especialistas en nutrición y alimentación recomienden a los ganaderos realicen una revisión y ajustes del programa de alimentación de sus vacas, incidiendo en mejorar el balance y calidad nutricional de las raciones sobre la base de un forraje de calidad, así como hacer un manejo más eficiente de la misma, con la finalidad de asegurar el máximo rendimiento de leche pero a la vez que la ración alimenticia a costos económicos sea una vía importante para mejorar el desempeño reproductivo y minimice los problemas metabólicos y sanitarios. En este sentido, las vacas deben ser alimentadas según sus requerimientos nutritivos, los mismos que varían de acuerdo a diferentes factores, siendo los más importantes: el peso corporal, el nivel de producción de leche, la composición de la leche producida, el momento de la lactación en que se encuentran, la edad al parto y la condición corporal.