Es necesaria una evolución continua en las prácticas de manejo de doble propósito para satisfacer la demanda productos del ganado local sin dañar el medio ambiente. Se espera que la población mundial alcance los 9.700 millones en 2050. La necesidad de productos animales aumentará en un 50 % en los próximos 30 años debido al aumento del número de personas y del consiguiente poder adquisitivo en los países en desarrollo. El ganado juega un papel importante en el desarrollo económico y la seguridad alimentaria en todo el mundo. Aun así, al mismo tiempo, su cría genera un gran porcentaje de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en el planeta, contaminando no solo el aire, sino también el agua y el suelo, con consecuencias negativas para la biodiversidad.
De esta forma, existe la necesidad de mejorar los sistemas ganaderos existentes para hacerlos más sostenibles y productivos, manteniendo altos estándares de bienestar animal. Los sistemas de doble propósito, definidos como aquellos en los que la carne y la leche se producen simultáneamente, basados en el pastoreo como principal fuente de alimentación, son las empresas ganaderas empleadas con mayor frecuencia en los trópicos. La producción es menor en la cría de doble propósito en comparación con los sistemas en los que la leche o la carne son producidas por razas especializadas. En algunas regiones, como América Latina, está bien definido el sistema de doble propósito, con preferencia por producir leche, dejando los ingresos de la producción de carne para épocas de escasez económica.
Las granjas de doble propósito contribuyen a la producción regional de carne y leche y benefician a los agricultores y las comunidades al crear puestos de trabajo y contribuir a los ingresos económicos y la seguridad alimentaria, evitando así la migración desde las zonas rurales. Sin embargo, es necesaria una evolución continua en las prácticas de manejo de doble propósito, en aquellos países ubicados en la región, para satisfacer la demanda de más y mejores productos del ganado local sin dañar el medio ambiente. Además, existe una competencia feroz por el agua y otros recursos entre la necesidad de crecimiento industrial y la necesidad de adquirir alimentos para la población en constante aumento, particularmente en los países en desarrollo.
Entonces, la suma de estos temas, ante la necesidad imperiosa de procurar alimentos para la población humana, plantea un serio interrogante para el futuro. Tradicionalmente, los aumentos en la producción animal se han abordado aumentando la densidad de animales en la granja, con las lamentables consecuencias que afectan al medio ambiente. En este sentido, Carlos Salvador Galina y Mariana Geffroy de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México, han publicado un artículo donde discuten cómo estos sistemas pueden aprovechar varios procedimientos biotecnológicos y cómo estas herramientas (como el apareamiento natural controlado, la inseminación artificial y la transferencia de embriones) afectan los resultados de producción.
En el documento, se tratan diversos temas relacionados con diferentes aspectos de la producción ganadera de doble propósito, como, por ejemplo, los tratamientos antiparasitarios. La principal estrategia para el control de parásitos en el ganado bovino en los trópicos es el uso de antihelmínticos, insecticidas, agentes antiprotozoarios y ectoparasiticidas. A menudo, explican los autores, el uso indiscriminado de estos productos químicos ha resultado en el desarrollo de resistencia en las poblaciones de parásitos, lo que afecta la producción y la reproducción y representa un riesgo para la salud pública y el medio ambiente. Por ejemplo, en México, “al menos el 71 % de los hatos de ganado tienen nematodos resistentes a la ivermectina”. Por lo tanto, instan a incentivar el uso alternativas de control sostenible para el control de parásitos, como el uso de control biológico de plagas, estrategias de manejo de pastoreo, la cría de animales resistentes a los parásitos y el uso de fitoquímicos.
MANEJO DIETÉTICO DEL GANADO
En los sistemas de doble propósito, donde los animales pastan predominantemente en los pastizales, sus dietas se componen principalmente de pastos con algunos suplementos. La calidad de los pastos representa el mayor desafío nutricional en los trópicos, y los animales a menudo sufren deficiencias de proteínas, energía y/o minerales. Por lo general, “el forraje de los pastos es bajo en proteínas y carbohidratos solubles, muy fibroso y tiene una digestibilidad limitada”, comentan. La mala nutrición se refleja en bajas tasas de reproducción. Las vacas con una mala condición corporal tienen más problemas relacionados con la infertilidad. Si las hembras presentan una condición corporal inferior a 2,5 (en una escala de 1 a 5) después del nacimiento de sus crías, “mostrarán un retraso en la ovulación, un signo de celo débil y necesitarán más servicios para lograr la gestación”. Cuando las vacas muestran un puntaje de condición corporal de 3 a 4, estos problemas no ocurren. Es probable que las terneras con tasas bajas de condición corporal “tengan pubertad retrasada, salud de la ubre reducida, tasas de concepción más bajas y desnutrición crónica, lo que conduce al anestro”.
SISTEMAS SILVOPASTORILES
La adopción de sistemas ganaderos alternativos y más sostenibles ha aumentado en los trópicos, donde los pequeños agricultores han comenzado a emplear sistemas silvopastoriles debido a sus múltiples beneficios. En este sistema crecen árboles, arbustos y pastos en la misma área, incluyendo tanto el uso de leguminosas como de árboles perennes que pueden ser utilizados como alternativas a los pastos. “Esta estrategia de gestión aumenta la materia seca disponible por metro cuadrado, al tiempo que protege el suelo de la degradación”, comentan. Asimismo, se percibe que los sistemas silvopastoriles son mejores para el bienestar animal, ya que proporcionan sombra. Los animales en estos ambientes “son menos propensos a enfermedades y hay una mejora en la calidad nutricional del alimento”. Estas mejoras influyen en la reproducción a través de la nutrición. “Cuando una parte del concentrado se reemplazó con forraje dentro de un sistema silvopastoril en Costa Rica, no hubo diferencia en el crecimiento folicular y la fertilidad con vacas que solo pastaban en el pasto”, indican. Los productores pueden, por tanto, economizar utilizando este sistema y reduciendo las compras externas de concentrado y alimento, manteniendo los parámetros productivos y reproductivos. No obstante, “queda por probar la viabilidad económica general de este modelo en las regiones tropicales”, consideran.
Otros temas tratados en la revisión han sido los procedimientos reproductivos, comparando el apareamiento tradicional, ya que “los sistemas de doble propósito generalmente emplean sementales/toros como fuente principal para aparear hembras”, frente a la inseminación artificial (IA), que, en palabras de los autores, es utilizada “en el caso de los ganaderos más progresistas”. Para concluir, los investigadores consideran que son varios los factores que influyen en la reproducción en los trópicos, y “existe la necesidad de integrar estos factores para lograr altos estándares productivos y reproductivos, manteniendo altos niveles de bienestar animal”.
Asimismo, en ambientes tropicales, “se necesita investigación que tenga en cuenta el nivel económico, cultural y educativo y la infraestructura en las fincas, particularmente en lo que respecta al ganado de doble propósito, para mejorar las condiciones reproductivas y productivas”.