En el 99 % de los casos funciona de manera voluntaria, mientras que en el 1% restante se requiere buscar a los animales. El ordeño voluntario surge del empleo de equipos robotizados en las explotaciones lecheras, donde las vacas no son ordeñadas por parte de un operario, sino que ingresan a una cabina donde un brazo robotizado controlado por un computador, les extrae la leche, generando mayor independencia de ellas.
El PhD en Ciencia Animal de la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU), Fernando Bargo, indicó que durante los últimos años, con el establecimiento de robots en las lecherías, las vacas han empezado a entrar a las salas de ordeño por su propia cuenta.
Durante un encuentro en Bogotá, el experto sostuvo que hay una tendencia a lo que se denomina como ordeño voluntario, en el que las vacas van a ordeñarse solas. Agregó que es una fuerte tendencia en razón a que se están vendiendo muchos robots.
Según Bargo, algunas evidencias muestran que cuando la vaca decide por ella misma, el número de ordeños varía entre 2.6 y 2.8 en los sistemas estabulados, mientras que en los sistemas de pastoreo están en 2.4 y 2.5.