Greenpeace pide al Gobierno que aumente el objetivo de reducción de emisiones y se comprometa a reducir un 55 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 respecto a las de 1990; vetar la importación de soja procedente de la deforestación y una moratoria para la ganadería industrial.
La ONG ha lanzado este lunes la campaña #PlanetaEnCarneViva en la que advierte de las “graves consecuencias” que supone la ganadería industrial para el medio ambiente, la salud y el bienestar animal en un momento en el que se debe triplicar la ambición climática para cumplir el Acuerdo de París. La campaña se celebra durante el mes de resistencia a la ganadería industrial establecido por la Coordinadora Estatal ‘Stop Ganadería Industrial’, para denunciar la insostenibilidad del actual sistema agroalimentario, basado en dietas con exceso de carne y otros derivados animales.
Se puede y se debe reducir las emisiones hasta el 55% en 2030 y finiquitar de la ganadería industrial
Entre las reclamaciones de la ONG al Ejecutivo también figura la de apoyar la agricultura y ganadería de base agroecológica y de pequeña escala; promover la adopción de una dieta de salud planetaria porque de no tomarse medidas, el impacto medioabmiental “crecerá de forma exponencial” y podría comprometer el cumplimiento del Acuerdo de París, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible e incluso los objetivos nacionales planteados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Entre los datos que refleja la ONG, destaca que el sector agrícola es responsable del 24% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y el 14,5% del total proceden de la ganadería, tanto como el transporte mundial.
Además, la ONG asegura que el 80 por ciento de la deforestación mundial es resultado de la expansión agrícola y de esta, la mayor parte se destina a la alimentación de animales. En la actualidad, España es es segundo país europeo que más carne consume y el cuarto productor mundial de porcino. Greenpeace asegura que en esta crisis ambiental planetaria el Gobierno y los gobiernos locales deben adoptar medidas “urgentes y contundentes” para revertir la situación.
Precisamente, este lunes el Ministerio para la Transición Ecológica ha dado a conocer el avance del Inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero, según el cual, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) cayeron un 2,2 por ciento en 2018 respecto al año anterior, sobre todo a consecuencia de un descenso del 15,7 por ciento en las emisiones por el crecimiento de la generación hidráulica y las renovables. En total, España emitió 332,8 millones de toneladas de CO2 equivalente.