Las consideraciones bioéticas en todas las actividades de la sociedad humana, los intereses políticos, sociales y económicos intervienen en el entramado de las tres controversias surgidas hace pocos años y que cada vez son más importantes para todos nosotros:
La experimentación Científica con animales para aumentar los conocimientos biológicos que nos permitan tener diagnósticos y medicinas más eficaces para muchas enfermedades, alimentos más nutritivos y otros adelantos que aumenten la calidad de nuestra vida, tiene tanto promotores como detractores. Desafortunadamente en esta controversia como en las otras dos (Derechos de los Animales y Plantas y Animales Transgénicos) que consideramos, revisando artículos publicados recientemente en la literatura mundial, no existe un juez imparcial que decida cual lado de cada controversia es el correcto.
Los que finalmente podrían decidir son los tribunales o los legisladores de los países en que existen estas controversias. Es muy probable que ninguna de las dos instancias sea imparcial en la decisión, por factores políticos y económicos: los primeros por intereses de los partidos por ganar votos sin tomar en cuenta el interés popular.
Los segundos, los legisladores, ya sea por la mismas razones o por sobornos de una de las dos partes de la controversias, toman decisiones que no necesariamente favorecen a los consumidores o sectores de la población directamente afectada.
En mi opinión, no por un pesimismo o desencanto con jueces y políticos, sino porque la naturaleza humana y me experiencia con estos temas, lo más “saludable” es que todos nos informemos sobre los factores o productos en controversia, para tomar nuestras propias decisiones basadas en la evaluación de los datos a nuestro alcance y así proteger nuestra salud y bienestar.
Iván R. Balconi, PhD
Midia Digital