Salud, nutrición y alimentación, un triángulo integral

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El cuerpo humano es una ‘máquina perfecta’ diseñada para funcionar en forma óptima de manera de lograr los objetivos para los cuales fue planeada y diseñada. Compuesto por células, órganos y sistemas, todos funcionan al unísono y en sincronía para que el cuerpo esté vivo y continúe su desarrollo físico, con los cambios cronológicos que este desarrollo implica.

Para funcionar óptimamente el cuerpo requiere ciertos nutrientes: proteína, energía, vitaminas y minerales. Las proteínas son utilizadas para la renovación de tejidos musculares y de algunos factores indispensables en el metabolismo, como las enzimas y otros. La energía es el combustible que mantiene funcionando los sistemas y cuyo objetivo es, fundamentalmente, mantener y lograr el desarrollo continuo del ser humano.

Los requerimientos de nutrientes para que el cuerpo realice las funciones vitales óptimamente, son satisfechos con la combinación correcta de alimentos, en la cantidad y calidad adecuadas y en los tiempos establecidos por la naturaleza animal del cuerpo. Los especialistas en nutrición, los Nutriólogos, toman en cuenta las necesidades nutricionales de cada persona para diseñar, precisamente, la combinación de alimentos, la cantidad, la calidad y los tiempos en que cada quien debe consumirlos.

Todos hemos vivido las diferentes etapas: niñez, adolescencia, adultez y algunos la edad de plenitud. Es importante tomar en cuenta que en cada una de estas etapas las necesidades o requerimientos nutricionales son diferentes y por lo tanto la alimentación debe estar acorde con ellos.

Los nutrientes mencionados, proteínas, fuentes de energía, vitaminas, minerales y otros son provistos por los alimentos que consumimos: verduras, frutas, carnes, leche y huevo.

El perfil de los nutrientes que necesita el cuerpo es satisfecho a la perfección por los nutrientes que proveen esos alimentos, siempre que se consuman en la combinación y en las cantidades correctas.

Recordemos que cuando fuimos niños nos alimentaron con papilla, jugos y leche; gradualmente cambió la combinación de alimentos, en algunos casos basándose en el cambio de nuestras necesidades nutricionales pero en muchos otros en lo que placía a nuestro paladar, aunque no fueran nutricionalmente correctos. Un régimen alimentario sano para todas las etapas de la vida, es decir que satisfaga los requerimientos nutricionales para una vida saludable, no tiene que ser, necesariamente, insípido o desagradable al paladar. El placer de saborear un alimento no es incompatible con una alimentación sana.

El propósito de esta nota es enfatizar que a pesar que existen una mucha información disponible sobre nutrición y alimentación, siempre es recomendable consultar a un especialista para estar seguro que los alimentos que consumimos satisfacen las necesidades nutricionales que no permitan una vida sana.

Durante esta semana se publicaran en www.redmidia.com, notas relacionadas con aspectos nutricionales y alimentarios que esperamos sean de utilidad para usted.

Midia Digital