Como se ha mencionado en varias ocasiones, ciertas enfermedades de las mascotas son compartidas o comunes con los dueños. Este artículo se presta a esta reflexión: si en ocasiones los humanos son alérgicos a las partículas que se desprenden a las mascotas (pelos, plumas y otras) ¿no deberíamos, como profesionales de la medicina veterinaria, considerar la posibilidad que nuestras mascotas desarrollen alergias a las partículas se desprenden de sus dueños?
La Red Midia.
La piel es el principal órgano de protección de nuestras mascotas, ya que es una barrera que controla una gran cantidad de agentes patógenos que habitualmente se encuentran en entorno habitual; Por lo cual es importante mantener un buen estado de salud de su piel, con cepillados diarios, baños poco frecuentes con un jabón o champú indicados para ellos, una buena alimentación que contenga ácidos grasos omega 3, 6 y 9 y por supuesto revisiones periódicas con su médico veterinario de confianza.
La piel y sus partes
Nuestros perros y gatos normalmente tienen microorganismos en su piel, algunos de ellos patógenos y otros no, pero siempre mantienen un perfecto equilibrio cuando las mascotas cuentan con un buen estado de salud. Cuando no es así, este equilibrio se pierde y el número de determinadas bacterias o agentes patógenos crece en consideración al otro y es muy fácil que las infecciones aparezcan y la piel del perro enferme, convirtiéndose en uno de los problemas habituales que son motivo de traerlos al médico veterinario.
Estos son algunos de los síntomas que indican que nuestro amigo está presentando un problema en su piel:
- Enrojecimiento o inflamación.
- Caída de pelo.
- Piel seca y escamosa.
- Rascarse, lamer o masticar la piel con frecuencia.
- Costras, llagas, heridas y/o ronchas.
- Erupciones
- Múltiples lesiones
- Drenaje de sangre, pus o cualquier otro tipo de secreción.
- Mal olor.
Paciente con afectación de piel
¿Pero qué hacer cuando encontramos alguno de estos síntomas en nuestras mascotas?
Muchos propietarios comienzan con tratamientos caseros que a final de cuentas solo terminan empeorando el estado de salud del paciente y deciden llevarlo donde el médico veterinario cuando el problema ya se encuentra en un estado avanzado, siendo más difícil una pronta recuperación.
Paciente en la mesa de consulta
No esperes a que esto suceda y acude de manera inmediata donde tu veterinario, el cual le hará un examen físico exhaustivo a tu mascota y tomará muestras de piel y residuos de la capa superior de la piel y pelo para examinarlos, o el examen que el crea conveniente para comenzar con el tratamiento más indicado para la mejoría de la piel de nuestros amados peluditos. Siempre ten en cuenta, que solo tienes que contar con paciencia, constancia, perseverancia y acudir periódicamente a los controles que el médico veterinario disponga, ya que estas alteraciones son complejas a la hora de resolverse.
Fuente: El mundo de la mascota
