Causas más frecuentes de intoxicaciones en perros y gatos

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Una de las causas más habituales de las consultas de urgencias en clínicas veterinarias de perros y gatos son las intoxicaciones.

La mayor parte de las veces estas intoxicaciones suelen ser accidentales, por ingestión del tóxico o por contacto, otras veces son debidas a que los propietarios de mascotas usan medicamentos de manera inapropiada.

No obstante, en la mayoría de los casos, las intoxicaciones de perros y gatos se producen por el desconocimiento por parte de los propietarios sobre aquello que es perjudicial para la salud de su animal, por lo que aquí os dejamos un resumen con las principales causas de intoxicación en perros y gatos:

Reacciones alérgicas agudas:
La alergia es la reacción inmunológica exagerada del organismo ante un estímulo externo, normalmente llamado alérgeno. Puede ocasionar desde problemas leves como picores, enrojecimiento de la piel, habones, etc… hasta problemas más graves como hinchazón de la cabeza (alrededor de los ojos, boca y orejas), diarreas, vómitos. En casos más extremos, se pueden producir graves problemas renales o hepáticos, pudiendo desencadenar una reacción generalizada e incluso provocar la muerte del perro o el gato.

Este tipo de reacciones alérgicas pueden ser debidas a picaduras de insectos (abejas, avispas y hormigas), a vacunas, a ingestión de medicamentos y/o alimentos y al contacto directo con el alérgeno.

Intoxicación por alimentos:
La ingesta de algunos alimentos muy comunes para las personas como son el chocolate (teobromina) y la cafeína son tóxicos para los perros y gatos, causando vómitos, diarrea, hiperactividad, taquicardia e incluso convulsiones.

La cebolla también puede representar un riesgo, ya que puede provocar anemia.

Las uvas y pasas pueden causar problemas renales.

Intoxicación por analgésicos:
La mayoría de las veces este tipo de intoxicación se produce por desconocimiento de los propietarios, ya que piensan que al ser medicamentos habituales para humanos no tienen por qué causar problemas en los animales.

La ingestión de paracetamol, ibuprofeno o aspirina (ácido acetil salicílico), tiene como resultado afecciones graves como sangrado gastrointestinal y anemia por daño renal y hepático, y en gatos puede provocar convulsiones.

Los medicamentos deben guardarse siempre en un armario cerrado y fuera del alcance de animales domésticos.

Intoxicación por alimentos en mal estado:
Al igual que las personas, nuestros perros y gatos también pueden intoxicarse con bacterias y mohos que pueden encontrarse en los alimentos en mal estado.

Los síntomas que se suelen dar en este tipo de intoxicaciones suelen ser dolor abdominal, vómitos, diarreas, deshidratación y en algunos casos graves hasta el shock de la mascota.

Intoxicación por productos químicos (herbicidas, pesticidas, insecticidas y raticidas):
La mayoría de estos productos se consideran relativamente seguros cuando se usan apropiadamente. Sin embargo, es conveniente mantener a nuestros perros y gatos fuera de su alcance con el fin de evitar problemas tales como irritación leve de piel o problemas más graves si el animal los ingiere.

Los herbicidas se usan para controlar las malas hierbas de campos, parques, jardines… La ingesta o contacto de hierba que contenga este tipo de compuestos puede provocar problemas en nuestras mascotas, desde una irritación leve de piel a una gastroenteritis de diversa gravedad.

Los insecticidas se usan para eliminar insectos y también parásitos externos de nuestras mascotas.

Es importante consultar al veterinario antes de administrar algún tratamiento antiparasitario a nuestra mascota y seguir siempre las instrucciones del prospecto adjunto con el producto (puesto que existen especies de animales particularmente sensibles).

Los tratamientos contra parásitos externos como pulgas y garrapatas, tienen un efecto sobre el sistema nervioso central y el sistema digestivo, provocando aumento de la salivación, desorientación, temblores musculares, dificultad respiratoria, vómitos, diarrea, insuficiencia cardiaca y en casos extremos, la muerte.

Los raticidas se utilizan para controlar plagas de roedores. La intoxicación suele producirse por la ingesta accidental y tiene efectos sobre la coagulación de la sangre provocando hemorragias, convulsiones, daños neurológicos y en casos extremos, la muerte.

Intoxicaciones por otros productos tóxicos:
Monóxido de carbono, por exposición a tubos de escape, calentadores de gas con mal funcionamiento… Este gas, puede producir somnolencia, debilidad, dificultad respiratoria y muerte aguda.

Etilenglicol (presente en anticongelante para vehículos), por el que se sienten atraídas nuestras mascotas por su sabor dulce. Puede tener graves consecuencias en el aparato digestivo y puede fallar la función renal. Es muy tóxico sobre todo en gatos.

Plomo y otros metales pesados: Presentes en pinturas, arena, baterías, cemento, etc. Pueden producir vómitos y diarreas, anorexia, dolor abdominal, convulsiones y muerte si no se tratan.

Intoxicación por ingestión de setas:
En España existen unas 4.500 especies descritas de setas y 20 de ellas son mortales. Algunas, como la Amanita phalloides de color verdoso o la Lepiota brunneoincarnata, muy similar al champiñón y a la seta de cardo, suelen ser consumidas por error, ya que proliferan en los parques y jardines de muchas ciudades.

La intoxicación empieza a notarse a las 6 u 8 horas de la ingesta y los síntomas son fuertes dolores gastrointestinales, vómitos y diarreas.

Intoxicación por ingestión de plantas:
Existen muchas plantas que son irritantes o tóxicas, y el simple contacto con ellas puede ocasionar reacciones cutáneas.

Otras, al ser ingeridas pueden ocasionar problemas gastrointestinales acompañados de vómitos y diarreas y, en casos extremos, pueden ser causa de muerte.

Por ejemplo los gatos, se pueden intoxicar con plantas lechosas (de savia blanca y apariencia láctea), puesto que el tallo contiene saponina, una sustancia muy irritante que puede provocar serios trastornos al ser ingerida.

Otras plantas que pueden perjudicar a nuestras mascotas pueden ser: acebo, adelfa, hiedra, hortensia, jacinto, lirios (en los gatos), azaleas, jazmín amarillo, ruibarbo, rododendros, ligustro…

Además, conviene disuadir a nuestras mascotas de ingerir cualquier tipo de planta puesto que, aunque no sea tóxica puede producirle una gastroenteritis leve.

Intoxicaciones por productos químicos del hogar:
Productos como los detergentes y desinfectantes que utilizamos para limpiar la casa pueden provocar quemaduras orales y erosiones en el tracto gastrointestinal si las ingiere nuestra mascota, o irritación de las vías respiratorias si el producto es inhalado.

Los productos químicos y de limpieza deben ser guardados en un lugar seguro y fuera del alcance de las mascotas. Y, en caso de exposición, se deben seguir las indicaciones del producto.

La prevención es la manera más fácil de evitar cualquier intoxicación. Como propietarios de mascotas somos responsables de ellas y debemos alejarlas de cualquier elemento que pueda ser perjudicial para su salud. Ante cualquier duda sobre la administración de un medicamento, insecticida, alimento en la dieta… consultar siempre con el veterinario.

Fuente: Mascotas Saludables