Cómo curar las infecciones de oído en los perros

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Si notas que tu perro se rasca la oreja, sacude su cabeza o que brota una descarga de color y maloliente de sus orejas, es probable que tu perro tenga una infección de oído.

Las infecciones de oído son problemas comunes en los perros y pueden ocurrir en el área exterior, media o interior de la oreja. Las infecciones de oído suelen empezar con una inflamación del canal auditivo exterior, la cual es provocada por una bacteria o un hongo. Sin embargo, las infecciones de oído en los perros pueden surgir debido a alergias a alimentos, parásitos, organismos externos, traumas, exceso de humedad en la oreja o condiciones hereditarias. Si crees que tu perro tiene una infección de oído, llévalo al veterinario para que reciba tratamiento. Luego debes aprender cómo prevenir las infecciones de oído y limpiar apropiadamente las orejas de tu perro.

Parte 1 de 3: Tratar la infección de oído de tu perro

Verifica la presencia de los síntomas de una infección de oído. Presta atención a todo cambio inusual en el comportamiento de tu perro y a los síntomas físicos como los siguientes:[1]
Rascar las orejas
Descarga marrón, amarilla o con sangre
Mal olor en las orejas
Enrojecimiento
Hinchazón
Piel con costras o piel escamosa cerca de la aurícula
Pérdida de pelo cerca de la oreja
Limpiar el área de la oreja en el piso o los muebles
Sacudir o inclinar la cabeza
Pérdida del equilibrio
Movimientos de ojos inusuales
Caminar en círculos
Pérdida de la audición

Determina en qué momento llevar a tu perro al veterinario. Si tu perro tiene alguno de los síntomas de la infección de oído, debes llevarlo al veterinario lo más pronto posible. Las infecciones de oído son muy dolorosas. Algunos perros te harán saber que sienten dolor y se volverán más agresivos, mientras que otros no mostrarán el dolor.[2]
De cualquier forma, es importante que reciba tratamiento de inmediato, ya que las infecciones de oído no tratadas pueden dañar a los oídos.[3]

Trata la infección. Las infecciones de oído suelen ser causadas por levaduras u hongos, bacterias o por ambos al mismo tiempo. Es probable que el veterinario te indique administrar un antibiótico tópico u oral para tratar una infección bacteriana. Para trata una infección por hongos, es probable que te indiquen administrar un limpiador de oídos antimicótico, un medicamento tópico y quizás un medicamento antimicótico oral.

Evita tratar de extraer cualquier cosa que se atore en la oreja de tu mascota. Si sabes o sospechas que un objeto externo está atorado en la oreja de tu mascota, esto puede estar causando la infección de oído. La infección de oído no desaparecerá hasta extraer el objeto. Nunca trates de extraer el objeto por tu cuenta;[5] en lugar de ello, lleva a tu perro al veterinario.

El canal auditivo tiene la forma de una L; por ello, los objetos externos pueden estar muy adentro de la oreja, fuera de la vista. Para extraer un cuerpo externo de forma segura, se suelen necesitar instrumentos especializados y una inmovilización física o química. Por esta razón, es importante dejar que el veterinario se encargue de ello.

Parte 2 de 3: Tratar las causas subyacentes y prevenir las infecciones de oído

Determina si tu perro tiene alergias. Las alergias suelen ser la principal fuente de inflamación de la oreja, lo que hace que las orejas sean más propensas a sufrir infecciones.[6] Si bien puede ser difícil determinar una causa alérgica, es de utilidad empezar a prestar atención a los factores como la introducción de nuevos alimentos o golosinas antes de la aparición de la infección de oído. Si estos contienen una proteína en particular, debes evitar darle esa proteína a tu perro.
Las proteínas animales y los productos lácteos suelen causar más alergias en las mascotas que los granos, a pesar de la idea popular de que las dietas libres de granos son mejores para los perros con alergias a los alimentos.

Haz que tu perro adopte una dieta de prueba. En concreto, haz que tu perro adopte una dieta de prueba que incluya una proteína nueva o diferente que tu perro nunca haya consumido. Las nuevas comidas de venta con receta deben brindarse únicamente por un mínimo de 8 semanas y lo ideal es brindarlas por un mínimo de 12 semanas.[8] Durante este periodo, no le des a tu perro golosinas, restos de comida para humanos ni cualquier otra fuente de comida.
Esto puede ayudar a determinar si las proteínas de la comida son el problema y a detectar cuáles son las culpables. Las mejores comidas con nuevas proteínas son las fórmulas de venta con receta, ya que cuentan con la menor probabilidad de generar una contaminación cruzada con otras fuentes de proteínas, pero suelen ser la opción más costosa.

Expón la dieta de tu perro a la comida que consumía. Al final de la prueba, si tu perro no muestra signos de inflamación de oídos o alergias en la piel (por lo general, picazón en las patas y a veces en otras áreas del cuerpo), puedes %u201Cexponer%u201D la dieta de tu perro a un solo tipo de golosina o a la antigua comida. Si notas signos de irritación cerca de las orejas, las patas o la piel cuando vuelves a incluir la antigua comida o golosina, ahora sabrás que debes evitar esta comida o cualquier comida que contenga esta proteína.
Si las infecciones de oído suelen surgir en la misma época todos los años, la causa de las infecciones de oído puede ser una alergia ambiental estacional.

Restringe la actividad de tu perro. Cuando tu perro tiene una infección de oído, debes asegurarte de que no haya un exceso de humedad en sus orejas. No dejes que tu perro juegue en el agua, nade, se bañe o se asee hasta que desaparezca la infección de oído. La humedad adicional empeorará la infección y hará que dure más.[9]

Sigue consultando al veterinario. Sigue consultando al veterinario hasta que la infección de oído desaparezca por completo. Algunas infecciones de oído son leves y se tratan con facilidad en 1 o 2 semanas mediante medicamentos tópicos y la limpieza. Algunas infecciones son más complicadas y pueden requerir muchas semanas, más exámenes, tratamientos o procedimientos para tratarlas.

Sigue las recomendaciones del veterinario sobre cuándo llevar a tu perro a sus chequeos, ya que el veterinario puede ayudarte a determinar si la infección de oído ha desaparecido o si requiere más cuidados.

Evita las infecciones de oído. Una vez que tu perro haya tenido una infección de oído, es más probable que tenga problemas con estas infecciones a lo largo de su vida. Las buenas noticias son que hay muchas cosas que puedes hacer para evitar las infecciones de oído en tu perro. Aquí te brindamos muchas medidas preventivas:[10]
No dejes que tu perro nade o se bañe con demasiada frecuencia.
Tapa las orejas de tu perro con algodón antes de bañarlo.
Enjuaga las orejas de tu perro con un producto que contenga ácido salicílico (el cual ayuda a limpiar al seco los canales auditivos).
Revisa y trata toda alergia que tu perro pueda tener.
Limpia con frecuencia las orejas de tu perro.

Parte 3 de 3: Limpiar las orejas de tu perro

Aprende cuándo limpiar las orejas de tu perro. Sigue las instrucciones del veterinario sobre cuántas veces al día o a la semana debes limpiar las orejas de tu perro. Si tu perro tiene una infección de oído, haz que el veterinario revise sus orejas para asegurarte de que el tímpano no se haya lastimado o fracturado. Limpiar las orejas que tienen un tímpano lastimado puede empeorarlas, no mejorarlas. Limpiar las orejas con demasiada frecuencia también puede lastimarlas.[11]
Los signos de un tímpano fracturado incluyen dolor, inclinación de la cabeza hacia el lado afectado y, en ocasiones, movimientos de ojos espasmódicos rápidos y uniformes, o mareos.

Consigue una solución antiséptica. Es mejor usar una solución antiséptica para oídos de perros recomendada por un veterinario, pero puedes comprar muchas soluciones de limpieza de oídos de venta sin receta en la tienda de mascotas de tu localidad. Estas suelen ser eficaces para las limpiezas de oído de rutina, pero no las uses para limpiar oídos infectados si contienen alcohol o algún otro ingrediente fuerte. Estas pueden ser dolorosas y causar irritación.
Si tu perro tiene una infección, el veterinario puede recetar una solución de limpieza de oídos diseñada específicamente para eliminar la cerilla, descomponer las paredes celulares bacterianas, y eliminar el hongo que causa la infección.

Pon a tu perro en posición. Haz que tu perro se siente con el lomo contra la pared o en una esquina de la habitación. Esto ayudará a mantenerlo quieto y evitar que escape durante la limpieza de su oído. El dolor en los oídos puede ser muy fuerte y vas a lidiar con la cara de tu mascota; por ello, ponle un bozal si lo consideras necesario o si es probable que trate de morderte. También puede ser de ayuda sujetar con firmeza encima y alrededor del bozal para mantener quieta la cabeza de tu mascota.
Recuerda que incluso los animales más adorables pueden morder si sienten dolor. Puede ser de utilidad contar con otra persona que te pueda ayudar a sostener a tu perro y mantener su cabeza quieta.

Aplica el limpiador. Vierte un poco del limpiador en el canal auditivo del oído de tu perro siguiendo las instrucciones del empaque. Masajea la base de su oreja de 20 a 30 segundos para hacer que el limpiador se extienda y sacuda todo residuo.

Tapa la oreja y masajéala. Usa un pedazo de algodón para tapar la oreja, luego repite la técnica de masaje debajo de la abertura de la oreja. Esto empujará el líquido limpiador hacia el pedazo de algodón, el cual lo absorberá. Los residuos también deben adherirse a la parte inferior del pedazo de algodón. Asegúrate de solo empujar el algodón hacia el canal vertical hasta que tape la abertura, pero que sea fácil retirarlo.
La anatomía de la oreja de tu perro es diferente a la de tu oreja. Los perros tienen un canal auditivo con forma de L, el cual contiene un canal vertical que no puedes ver, con un giro en un ángulo de casi 90° hacia la porción horizontal del canal (esta es un área que no puedes ver).

Extrae y examina el pedazo de algodón. Extrae el pedazo de algodón empapado con el líquido y revisa la superficie del fondo para verificar si tiene cerilla o una descarga. Usa un pedazo de algodón para limpiar la suciedad en las partes exteriores y visibles del oído. Limpia suavemente la aurícula interior y alrededor de la oreja con una toalla suave seca para eliminar la suciedad suelta y la humedad
Si hay muchos residuos en el pedazo de algodón, repite el procedimiento de lavar, sacudir y absorber.

Consejos

Dale una golosina a tu perro después de limpiar sus oídos para relacionar la acción con un premio positivo.
Si tu perro sacude su cabeza mientras le limpias los oídos, deja que lo haga. Él ayudará a soltar los residuos y a eliminar el exceso de líquido.
Dale muchos elogios a tu perro durante la limpieza de oídos. Nunca le grites ni lo castigues por mover o sacudir su cabeza.

Advertencias

Los perros que tienen orejas colgantes o aurículas interiores con pelo son más propensos a sufrir infecciones de oído.
Acude al veterinario antes de tratar la infección de oído por tu cuenta.

Fuente: http://es.wikihow.com