El 2020 ha sido, sin duda, un año de cambios para muchas industrias. Tanto a nivel consumo como a nivel productivo, todos los mercados han tenido que reacomodarse y reorganizarse en una nueva normalidad que parece… llegó para quedarse. En este artículo te contamos y analizamos cómo está el mercado del pet food en América Latina.
La producción ganadera es considerara una actividad de estrategia social, económica y cultural en toda la región, dado que preserva el bienestar de las comunidades brindando simultáneamente seguridad para la subsistencia diaria, el cuidado de los ecosistemas, la conservación de la vida silvestre y la satisfacción de las tradiciones y valores culturales. En América Latina, incluida la región del Caribe, la ganadería se considera fundamental para la seguridad alimentaria de la población, tanto humana como animal. De hecho, más de mil millones (1.000.000.000) de personas en todo el mundo dependen de este sector.
América Latina, debido a sus condiciones climáticas y a la fertilidad del suelo, se vuelve un lugar ideal para el desarrollo de este sector. Durante los últimos años, la producción ganadera de la región ha crecido incluso por encima del crecimiento promedio esperado. Sin embargo, los costos elevados de la alimentación animal y el uso ineficiente de los recursos alimentarios disponibles, el riesgo de plagas y enfermedades transfronterizas y el impacto negativo del cambio climático afectan negativamente a la productividad del sector. Todo lo que suceda en la producción ganadera impacta en la industria del alimento para mascotas, puesto que están íntimamente relacionadas en cuanto a la necesidad de subproductos cárnicos de res y carne de aves para la producción de pet food.
Por ejemplo, los pequeños productores de actividades ganaderas cada día representan una porción más grande de los productores totales de la región, y son ellos quienes proveen a nuestra industria de productos orgánicos y de animales libres.
Hacia dónde vamos: personalización
La tendencia que pisa fuerte, incluso en países subdesarrollados como los de América Latina, es, sin duda alguna, la de personalizarlo todo y humanizar a las mascotas cuanto más se pueda. La evolución precisamente de las generaciones jóvenes (millennial y Z) hacia una ‘sociedad del mimo’ es un fenómeno que ha logrado crear nuevas economías masivas. La posesión de mascotas más alta en todo el mundo es la de América Latina: el 80% de la población tanto de Argentina como de México tiene al menos una mascota; Brasil les sigue el paso con un 75%. Detrás vienen Rusia (73%) y Estados Unidos (70%). Además, Brasil es hoy uno de los 5 mercados principales a nivel mundial de productos para el cuidado de mascotas.
En las crisis, una oportunidad
Más allá de las crisis económicas y del estancamiento en el crecimiento económico de América Latina, el mercado de las mascotas de la región ha experimentado un crecimiento exponencial. Precisamente, no es gracias a los problemas económicos, sino ‘debido a’ ya que, así como ha sucedido con la pandemia, las personas optan por disfrutar más de los hogares y la comodidad de casa. ¿Y qué mejor que una compañía animal para esos momentos? Hasta hace algunos años, el ‘mimo’ de tener una mascota (ni hablar de darle lo mismo o más a que un ser humano) era considerado de una clase media-alta. Hoy en día las nuevas generaciones incluso restringen gustos para sí mismos en pos de tener una mascota y tenerla en las mejores condiciones.
La región tiene una combinación de factores que desembocan en las tasas de posesión de mascotas que presenta: Una desigualdad masiva en cuanto a niveles de ingresos y calidad de vida. Altas tasas de urbanización en las ciudades. Inestabilidad económica e y tasas altas de inflación en casi todos los países latinoamericanos. Sistemas educativos saturados. Un acceso a la vivienda limitado a un porcentaje muy reducido de la población.
Como resultado, tenemos una clase media joven y adulta con una parte considerable de sus ingresos dedicados en exclusividad al alquiler de una vivienda ajena, por lo que consideran prácticamente imposible alcanzar una calidad de vida o ingresos que les permita tener hijos. Así, en lugar de bienes, buscan invertir en experiencias, entre ellas: las mascotas.
¿Y cómo vienen los precios?
El maíz o choclo es uno de los principales ingredientes de la mayoría de los alimentos para mascotas en América Latina. A medida que la economía mundial se recuperar de las crisis provocadas por el coronavirus, irá aumentando la demanda de productos básicos. Tal es el caso de China, India y EE. UU., por lo que ya se está ejerciendo cierta presión sobre los precios internacionales del maíz. De hecho, en los últimos 6 meses, los precios del maíz han aumentado de manera constante, acumulando un alza de un 64,3%. Dado que el maíz es un ingrediente clave en una gran cantidad de alimentos para mascotas en América Latina, es probable que su precio en aumento afecte al precio de los diversos alimentos.
En conclusión
A medida que la economía se recupere en 2021 y en los años posteriores, es probable que los precios de muchos productos básicos aumenten, por lo que los productores de pet food deberán trasladar, sin más remedio, dichos aumentos a los consumidores finales. Asimismo, queda aún mucho por explorar en esta nueva veta que cada día gana más terreno: la decisión de agregar mascotas a la familia para atravesar de forma más amena las crisis socioeconómicas, ya sea provocadas por el coronavirus como por la situación general de la región, lo que nos ofrece la oportunidad de aumentar no solo la calidad de lo que ofrecemos como ampliar nuestra gama de posibilidades. https://allextruded.com/entrada/hablemos-de-actualidad-como-esta-la-industria-del-alimento-para-mascotas-en-latinoamerica-53188