La cría de la paloma, consta de una serie de facetas, las cuales deben ser conocidas por todo buen columbicultor. Tengamos presente, que las que más nos pueden enseñar son las propias palomas. De las observaciones que hagamos sobre su comportamiento durante el período de apareamiento y cría, sacaremos las conclusiones necesarias que nos conducirán al éxito de una fructífera crianza.
La época ideal para comenzar a criar es el mes de Marzo. Empezaremos por la preparación de los reproductores, estos deben hallarse en perfecto estado de ‘forma’ (salud y vigor) en el momento de su apareamiento o acoplo. El buen estado de forma de nuestras palomas, lo conseguiremos proporcionándoles los elementos necesarios. Estos son: Una buena alimentación compuesta por granos variados, trigo, maíz y arveja. Podemos darle en muy pequeña cantidad y solo dos veces a la semana, algunas semillas: cañamón y nabina.
Las vitaminas juegan un papel muy importante en la forma de nuestras palomas, un buen choque vitamínico, en el que figure en mayor proporción la vitamina E, (que es un factor importantísimo para la fecundación les irá muy bien y evitaremos huevos sin germinar. También les proporcionaremos calcio para la formación de la cáscara del huevo. La conchilla de ostra molida y cascotes triturados de restos de obras, van muy bien para que tomen el aporte que precisan.
El agua no debe faltarles, procuremos que esté siempre limpia.
La paloma que goza de buena salud, lo manifiesta en su aspecto exterior, su plumaje están flexibles y su tacto es suave. Sus ojos se muestran con toda su riqueza pigmentaria. Si tiene celo acumulado, sus movimientos serán ligeros, fogosos y gráciles. Su arrullo adquiere más intensidad y profundidad.
Debemos tener separados los machos de las hembras. Si las tenemos encerradas en departamentos, jaulas, éstas deben tener unas medidas mínimas de: 75 cm de largo, 50 cm de ancho y 50 cm de alto. El frente de estos debe ser varillas o listones para que al estirar las palomas sus alas no se estropeen sus plumas de vuelo. Le colocaremos un taco en el centro para que la paloma se pose. El suelo de los departamentos lo cubriremos con arena de obra que contiene pequeños chinos que las palomas pican y acumulan en la molleja para ayudarse en el momento de la trituración de los granos. Con la arena los animales mantienen limpias sus patas y plumas, pues la palomina se mezcla con la arena y seca muy pronto, también evitamos con ello los malos olores, la arena debemos cambiarla cada quince días.
La comida y el agua debemos ponérsela por fuera de la encerradera, de ésta forma evitamos que la ensucien.
Por lo general la paloma que permanece mucho tiempo encerrada, está muy gorda y en el caso de las hembras es perjudicial a la hora de efectuar la puesta, para remediar esto, debemos soltar a la hembra sola en una habitación antes de aparearía para que se ejercite y pierda peso, de esta forma no habrá problemas cuando tenga que poner sus huevos.
Ha llegado el momento de efectuar el acoplo de las parejas, este será fácil si ambos reproductores tienen celo acumulado, siempre debemos poner a la hembra en el departamento que previamente ocupe el macho, así la hembra se le entregará antes y la riña si se presenta será más corta.
Es muy importante tener en cuenta a la hora de formar las parejas reproductoras, que los componentes sean lo más afines posible entre ellos. Pensamos muchas veces cuando efectuamos un acoplo de reproductores en la ley de las compensaciones y ésta, falla muchísimo en la práctica. Decimos, que el macho no tiene la cabeza perfecta pero la hembra sí y que será ésta, la que trasmita a los hijos la cabeza que soñamos y esto como digo en, la práctica difícilmente aparece. Es por ello, por lo que procuraremos que los reproductores sean afines, pues si deseamos obtener pichones que estén bien formados con buenas cabezas, buenos tipos, calidad de pluma, etc, es fundamental que sus padres tengan estas características genotípicas. Tengamos en cuenta que trabajamos con palomas que son fruto de muchos cruces y que por selección las hemos constituido en variedades y razas mas o menos fijadas según sus años de cultivo. El columbícultor debe estudiar mucho a sus palomas antes de acoplarlas. Es fundamental conocer su trascendencia.
Trabajar en consanguinidad es un procedimiento practico y rápido para fijar las características que deseamos, pero debemos tener mucho cuidado, pues si abusamos de cruces consanguíneos y mal efectuados nos encontraríamos con problemas graves de: pérdida de vitalidad, tamaño, vuelo y reproducción. Es primordial refrescar la sangre cuando el cultivo se encuentre muy consanguíneo. Para meter sangre nueva en nuestro palomar, debemos recurrir a ejemplares que posean características muy similares a las que presenten las palomas de nuestro cultivo, de esta forma el choque que se produzca por la nueva introducción será pasajero y fácilmente podremos corregir y modelar los fallos que se nos presenten. Recomiendo que lean al trábalo del Dr. López Lerena ‘Unión al triángulo’. La formula consanguínea del triángulo da muy buenos resultados en la práctica para fijar características y conservarlas.
Todo lo anteriormente apuntado, encaja para todo tipo de palomas, pero cuando se trate de variedades u razas, que por sus configuraciones especiales se ven privadas de criar a sus hijos, tenemos que valernos de las parejas, de recría o nodrizas. Las razas: Colillano, Marchenero y Buchón Gaditano, no deben criar a sus pichones, pues si les dejarnos hacerlo, corremos el riesgo de que se descuelguen de buche y posteriormente tengamos problemas de embuchamiento. La raza Rafeño, presenta el inconveniente de su pico extremadamente corto y por tal motivo no pueden alimentar a sus crías, solo le darán si les dejamos el cebillo (leche de paloma) los primeros días, pero cuando tengan que darle el grano no podrán hacerlo. La raza Laudino Sevillano, puede criar a sus hijos pero nos encontraremos con parejas que por su temperamento fogoso suelen criar mal, a éstas parejas que se comporten así, tendremos que combinarlas con parejas nodrizas a la hora de criar.
Yo, le concedo mucha importancia a las palomas nodrizas, pues merecen que se les mime al máximo. ¿De qué nos servirá contar con una magnífica pareja de Rafeños, si no tenemos quien nos críe sus pichones?. Las buenas parejas nodrizas, debemos conservarlas una vez terminada la crianza de un año para otro. Procuremos que sean animales dóciles.
A mí, me han dado un buen rendimiento las palomas caseras. Los mensajeros, también suelen criar muy bien aunque resulten muy broncos a veces. Debemos eliminar al componente de la pareja nodriza que no sea buen criador. Las cualidades criar bien, también se heredan. Una vez terminada la crianza de palomas de razas, debemos dejar hechas las mejores parejas de recría para lograr buenos hijos que emplearemos como nodrizas en la temporada siguiente. Si mantenemos la recría de un año para otro, las tendremos perfectamente controlada, sabremos a que fecha de apareada pone su primer huevo, como alimenta a los pichones, a los cuantos días de tener pichones se mete de nuevo en postura y muchos detalles más que son importantes conocer pura el buen éxito de la crianza.
Si todas las temporadas tenemos que adquirir recría nueva, siempre nos llevaremos sorpresas desagradables, nos encontraremos con palomas que no ponen, o que tardan mucho en hacerlo, que alimentan mal a los pichones, etc.
La forma de actuar para poner en combinación de fecha a las parejas reproductoras con las nodrizas es la siguiente: Se debe aparear a la pareja reproductora dos o tres días antes que la nodriza, cuando la paloma ponga el primer huevo se lo quitamos cambiándolo por uno falso que señalaremos con lápiz para evitar confusiones. El huevo que hemos retirado, lo pondremos en un recipiente a la temperatura ambiente, también colocaremos en este mismo sitio el segundo huevo hasta que llegue el momento de pasarlos a la pareja nodriza. Durante los días que tengamos el celo de huevo esperando para incubar por las nodrizas, tendremos la precaución de darles una vuelta y colocarlos en sentido contrario al que tenían antes de efectuar esta operación, ello lo hacemos para evitar que la yema se estanque en una de las paredes del huevo. Los huevos pueden aguantar en perfecto estado sin colocar a las nodrizas, de uno a seis días en los meses de Febrero a Mayo y de uno a cuatro días durante los meses de Junio-Agosto.
Es muy importante dejarle a la pareja reproductora unos huevos falsos por espacio de diez a doce días, de esta forma la paloma descansara y no la agotaremos de overa.
A la pareja de recría que le encomendemos los huevos, le pondremos los dos al mismo tiempo y de esta forma empieza la incubación para ambos el mismo día, lo que dará lugar a que llegado el momento de la eclosión, los dos pichones nacen prácticamente a la par y se criaran mejor y más parejos.
Es muy conveniente, que apareemos varias parejas de reproductores al mismo tiempo, si disponemos de las nodrizas precisas para ello, esta forma de proceder, tiene muchas ventajas, pues sacaremos adelante una tanda de pichones, que cuando más, variaran en edad dos o tres días, lo que nos permite efectuar cambio de pichones de un nido a otro sin que sean rechazados por la recría, pues al tener la misma edad y tamaño, lo aceptan perfectamente. Podemos ponerle los mejores pichones que nazcan a la pareja que más garantía nos ofrezca para que los críe bien. El criar a los pichones por cantada de ocho ó diez cada vez, es muy bueno, pues se hermanan fácilmente cuando se lo retiramos a los padres y los más listos enseñaran a comer a los más atrasados y a la hora de volar lo harán en bando y será más difícil que se pierdan. Es importante, el tomar las precauciones de que los pichones en los primeros vuelos están acompañados por un macho adulto, pero éste debe ser muy meloso, para que no les pegue, sino que, por el contrario vuele con ellos a manera de instructor.
Si volamos a los pichones junto con palomos adultos que los molesten y los echen de los lugares donde paren, los pichones empezaran a pararse en las antenas de televisión por encontrarse allí a salvo del castigo de los adultos y después será difícil que le quitemos éste hábito. Podemos dejar volar a los pichones las primeras horas de la mañana, teniendo la precaución de encerrar a los adultos.
¿Cómo debemos atender a las parejas nodrizas o de recría?
Las parejas nodrizas, merecen que les dediquemos, mucha atención. Yo, he procurado siempre tener a las parejas de recría en departamentos individuales, compuesto por: una jaula encerradera de aproximadamente un metro de larga, 75 cm de ancha y 75 cm de alta. Dentro de esta jaula, debemos poner un cajón que tenga doble nido para que en uno de ellos tenga huevo y en el otro pichones criándose. El agua y la comida se le coloca dentro de estas criaderas de forma que no la ensucien. Al mantener a las parejas cada una en su criadera, logramos que no se molesten unas a otras y cuando se encuentren en celo pico, el macho no hostigará a la hembra sino que la dejara comer tranquilamente, actitud fundamental para que se críen bien los pichones, pues al comer los padres de forma normal atenderán perfectamente a sus hijos, a la hora de alimentarlos. El cajón nido es conveniente que esté cerca del suelo, para que los pichones cuando tengan mas de veinte días salgan del nido y se dirijan al comedero Y al ver a los padres comer, aprenderán fácilmente. Como tenemos a las parejas separadas, no habrá problemas de que un pichón se confunda de nido y le peguen, pues nos ha ocurrido más de una vez, que un pichón se salga del nido y pidiendo comida se ha dirigido a otro nido que no era el suyo y los propietarios le han propinado tal paliza de la que le han quedado secuelas para toda su vida.
Es muy conveniente, que el suelo de las criaderas lo cubramos de arena de obra, así estarán los animales más limpios y podrán picotear los chinitos que le darán a sus hijos. Al tener arena el suelo de las criaderas, las patas de las palomas se mantendrán más limpias y cuando estén incubando, ensuciaran menos los huevos. Si a pensar de tenerles los suelos con arena, los huevos se cubren de una capa de sociedad motivada por la palomina, es conveniente, que a los tres o cuatro días antes del nacimiento de los pichones, limpiemos los huevos. La mejor forma de hacerlo es con un trapo húmedo le daremos con cuidado para que la suciedad se desprenda de la cáscara del huevo sin que éste se rompa, una vez limpio, lo secamos y lo colocamos rápidamente en su nido.
Al estar el huevo limpio a la hora de nacer el pichón, picará con más facilidad. A pesar de todos estos cuidados, se nos presentaran casos en los que el pichón pica mal e incluso se retiene de salir del huevo, en estos casos tendremos que ayudarle a nacer. Resulta una tarea delicada el colaborar a que nazca un pichón, debemos tratar de hacer nosotros lo que él no ha podido hacer, romperemos la mitad superior del huevo, le colocamos al pichón la cabeza en la posición normal para que los padres le puedan comenzar a dar el cebillo, la operación de romper el huevo debemos comenzar hacerla con mucho cuidado de no romper la telilla donde está envuelto el pichón para que no se produzca sangre.
El huevo que ha sido bien incubado, no debe presentar problemas en el momento de salir el pichón, si éste no pica bien, la las veces se debe a la falta vitalidad. Estos que nacen faltos de vigor (en consecuencia de mucha consaguinidad) se criaran mal, pues no piden de comer a los padres como es debido.
La alimentación de las parejas de recría debe estar compuesta de: grano variado y algunas semillas, conchilla de ostra molida, lechuga picada (previamente bien lavada) y pan duro triturado.
El pienso compuesto que se utiliza para los pollitos durante el primer mes, da un perfecto resultado para la cría de los pichones. Se nos presentaran casos en que a pesar de poseer buenas parejas nodrizas, tengamos que cooperar en la cría de algún pichón que se retrase por falta de atención de los padres o porque al ser un auténtico fenómeno de pico grueso y corto, le resulte difícil a los padres alimentarlo como es debido. A este tipo de pichones los ayudaremos proporcionándoles el pienso compuesto en forma de papilla. La mejor forma para administrar la comida a un pichón, es utilizar a manera de biberón un envase de enema (marca casen que compraremos en farmacia). En dicho recipiente prepararemos el pienso compuesto mezclado con agua en la proporción correcta para lograr una papilla, que no esté muy espesa ni que resulte aguada.
Al atardecer revisaremos la tanda de pichones para ver como tienen sus buches si alguno está falto de comida o agua se la proporcionaremos con el mencionado enema. El buche del pichón no debe estar duro.
Debemos controlar a los pichones durante su crecimiento, la forma en que desarrollan el externón o quilla, pues debe ser perfectamente derecho, si se les tuerce es por falta de calcio, para corregir éste defecto, la proporcionaremos el calcio que podemos comprar en farmacia en forma de pastilla y le daremos media pastilla todas las tardes hasta que veamos que el externón lo tienen derecho. Es importantísimo para la mecánica del vuelo la perfecta alineación del externón.
Me consta, que todo lo expuesto aquí, es bien conocido por los columbicultores experimentados. A éstos, poco puede aportar lo relatado, pero los aficionados que se inician en este bello arte de la cría de las palomas, si les será de mucha utilidad conocer todos estos pormenores que la crianza encierra.
Repito, lo que ya dije al principio, que serán las propias palomas, las que con su comportamiento nos enseñaran cada día nuevas cosas de las que tomaremos buena nota.
Fuente: http://www.taringa.net/posts/ecologia/9453629/Cosas-importantes-sobre-palomas-y-sus-pichones.html