¿Estás buscando una nueva mascota? ¿Quizá algo un poco más exótico? Para muchos compradores, los reptiles y los anfibios son lo ideal: gecos, varanos, pitones, ranas de árbol, boas, tortugas y muchas otras especies están disponibles en variedades casi interminables, muchas con colores brillantes, algunas sumamente inusuales.
Los reptiles y los anfibios exóticos comenzaron a adquirir popularidad a principios de los noventa en lugares como Estados Unidos, Europa y Japón. De 2004 a 2014, la Unión Europea importó casi 21 millones de estos animales; se calcula que 4,7 millones de hogares en Estados Unidos contaban con al menos un reptil en 2016.
Sin embargo, la popularidad de estos animales ha generado un enorme comercio ilegal, según conservacionistas. Se dice que muchos reptiles vendidos como mascotas han sido criados en cautiverio y las ventas de animales criados así son legales. De hecho, muchos —quizá la mayoría, dependiendo de la especie— fueron capturados en la naturaleza.
“Lo que importa es la escala y es enorme, mucho más grande de lo que cree la gente”, dijo Vincent Nijman, un antropólogo en la Universidad Oxford Brookes en Inglaterra. “La mayoría de los conservacionistas solo se enfocan en las especies carismáticas, pero es probable que este comercio tenga un impacto masivo en ecosistemas y poblaciones de animales menos conocidos”.