Las garrapatas que atacan al perro son más peligrosas en verano
Las garrapatas que atacan al perro despiertan en verano, con la subida de las temperaturas. En este artículo se describen cuatro sencillos pasos para acabar con las garrapatas del can: no descuidar el baño del perro, elegir el producto antiparasitario adecuado, eliminar la garrapata del perro cuando ya se ha adherido a la piel y curar la herida al peludo amigo.
Las garrapatas del perro, más peligrosas en verano
Las garrapatas despiertan en verano. Las altas temperaturas que caracterizan a la época estival son propicias para que estos peligrosos parásitos se activen y, por tanto, traten de engancharse a la piel del perro con el fin de alimentarse.
Las garrapatas son, junto con las pulgas, los parásitos externos más frecuentes en el can. De tamaño pequeño -miden unos pocos milímetros- y con ocho patas, se alimentan de la sangre del animal afectado.
Cuando alcanzan su cuerpo, estos parásitos de la familia de las arañas se agarran a la piel del perro gracias a una potente mandíbula. Las garrapatas muerden entonces al animal y se alimentan de su sangre, con riesgo de infecciones y de que transmitan alguna enfermedad al peludo amigo.
A continuación se explica, en cuatro pasos, qué hacer para alejar, evitar y eliminar las garrapatas del perro.
1. El baño del perro aleja a las garrapatas
La primera pauta para alejar a las garrapatas del perro es el baño: la higiene con agua y jabón para canes es una de las claves para prevenir las garrapatas.
En cachorros de perro, sin embargo, hay que extremar las precauciones, ya que mojar a las crías de can no siempre es posible. ‘Los baños en los cachorros que aún no han terminado su calendario de vacunación hay que evitarlos, siempre que estos puedan ser la causa de un enfriamiento en el animal’, explica el veterinario Alfonso Risoto.
Cuando sea necesario, habrá que minimizar los peligros para la salud del cachorro. Un secador, aplicado a unos 30 centímetros de distancia, es una forma eficiente de evitar los constipados del delicado perro pequeño.
2. Garrapatas en perros, productos para prevenirlas
Los productos de desparasitación externa permiten distanciar a las garrapatas y proteger al can. Los métodos de lucha contra las garrapatas en perros son numerosos: desde los clásicos collares y pipetas de aplicación subcutánea hasta los aerosoles, que se pulverizan sobre el pelo del amigo de cuatro patas, con acción inmediata.
También hay productos, como champús y otras lociones antiparasitarias para perros, que pueden formar parte de la rutina habitual del baño del animal.
Los cachorros, sin embargo, pueden ser aún demasiado sensibles para soportar la acción de estos ungüentos. Algunos de los antiparasitarios no pueden ser utilizados en cachorros de menos de tres meses. El veterinario podrá aconsejar cuál es el mejor y qué hacer en cada caso.
3. Garrapatas en perros: ¿cómo eliminarlas?
Las garrapatas esperan entre hierbas y matorrales el paso del perro. Por eso, las precauciones para distanciarlas del can no siempre son suficientes. No es extraño que un animal, en especial si tiene el pelo largo, vuelva con algunos de estos parásitos a casa tras los paseos.
Una vez que ya está adherida a la piel, ¿qué hacer para eliminar la garrapata del perro? La clave está en no aventurarse si no se está seguro de saber cómo extraer la garrapata del perro. El insecto se une con fuerza a la piel canina por lo que parte de su cuerpo puede quedar dentro, con la consecuente infección para el animal. En este caso, la pauta es acudir al veterinario.
Si la garrapata aún no se unido a la piel del can, es posible atraparla con unas pinzas del pelo o un trozo de papel higiénico, siempre por las patas.
4. Curar la herida del perro
La garrapata muerde, por lo que causa heridas en la piel del can. Por ello, tras eliminar el parásito, hay que curar la herida del perro con detenimiento.
El primer paso consiste en limpiar la zona afectada por la garrapata, con jabón y agua templada. Después habrá que desinfectar el corte con antiséptico de yodo, reducido antes con una proporción similar de agua, mezclada con ayuda de un bote cerrado que se agite.
El siguiente paso es dejar airear la herida causada por la garrapata en la piel del perro, con cuidado de que el animal no tenga acceso a ella. En los casos de mayor gravedad, puede ser útil recurrir a un collar isabelino.
Fuente: http://www.consumer.es/web/es/mascotas/perros/salud/pulgas-y-garrapatas/2013/07/23/217389.php