Esta es una lista (por orden alfabético) que incluye a las especies que se consideran letales, es decir que si una persona es picada o mordida y no se le aplica el antídoto indicado con rapidez (si lo hay), con seguridad morirá.
Más allá de lo potente que sea la ponzoña, la supervivencia también puede depender del grado de resistencia de la víctima (los alérgicos lo tienen más complicado) y de que el veneno no entre en contacto con el torrente sanguíneo.
Araña bananera (Phoneutria nigriventer)
Vive en las plantas de plátanos de Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay. Es veloz, agresiva, de gran tamaño (ocupa la palma de una mano) y la más tóxica del mundo en el género. Tras su picadura la muerte en seres humanos que no son tratados a tiempo sobreviene entre las 2 y las 12 horas, generalmente por asfixia. Un efecto secundario muy curioso es que a los hombres les produce dolorosísimas erecciones.
“El veneno es un arma defensiva que algunos animales esgrimen para protegerse. Ningún bicho buscará a un humano para picarlo, porque no somos parte de su dieta, por lo que la consigna es: si no quieres que te ataquen, no les molestes.”
Araña de embudo (Atrax robustus)
Su nombre deriva de la forma que le dan a sus telas al tejerlas, pero también se las denomina araña de Sídney. Aparentemente el más agresivo es el macho, pero todas las picaduras de este espécimen se tratan como potencialmente mortales. Vive en sitios húmedos, debajo de las casas o en los jardines. Puede matar a un niño pequeño en 28 minutos y a un adulto hasta 3 días después de la inoculación.
Caracol cono (Conus geographus)
Más conocido por el nombre de caracol cigarro (se dice que una vez que pica solo queda tiempo para fumar un cigarro) es buscado por los coleccionistas de conchas por sus llamativos colores. Tiene un arpón que dispara con extrema rapidez inoculando un veneno para el que no se conocen antídotos. Las muertes no son frecuentes, porque los pacientes de buena salud suelen metabolizar el veneno en unos cuantos días.
Escorpión de cola gorda (Androctonus australis)
Comparte hábitat con el escorpión dorado. Su característico engrosamiento de la cola le da nombre y es el que mayor cantidad de muertes provoca de todos los de su especie. Aun siendo tan peligroso, la gente los cría en cautiverio como mascotas, donde suelen tener un comportamiento más agresivo que en libertad.